Atrapada en tu infierno.

Treinta y tres.

Amor.

Estoy nerviosa, siento miles de mariposas en mi estómago, mis ojos brillan, mis manos tiemblan, solo digo palabras incoherentes, tengo una sonrisa amplia en mi rostro y todo por ti, porque te me has acercado, porque estas frente a mí, tus manos están en mis caderas, tus labios están a la misma altura que los míos, tus ojos me miran directamente y no se ni cuantas veces me he mordido los labios, hay murmullos, risas, un circulo de personas muy cerca de nosotros discutiendo como siempre, no sé cuántas miradas hay sobre nosotros pero eso es lo menos importante. No sé qué decirte, no sé qué hacer, ubico mis manos en tu pecho y aspiro tu aroma, ese que tanto me gusta, estas sonriendo, tan ampliamente que me haces sonreír a mí, me jalas más fuerte y se me escapa un gruñido, que cerca estamos, que bien se siente y muy lentamente, acariciando mi mejilla me das un tierno beso justo ahí, cierro los ojos, te abrazo fuerte, me siento tan bien que desearía quedarme así para siempre, dices mi nombre en voz baja y siento como un escalofrió me recorre todo el cuerpo, que débiles nos vuelve el amor.