Estoy tan llena de ti.
Tengo tantas ojeras como quien no duerme toda la noche para hablar con el amor de su vida, como quien dice que solo leerá un capítulo más de su libro favorito cuando en realidad no quiere parar de leerlo, como quien va a una fiesta y no quiere volver a casa a menos que sean las cinco de la mañana; no duermo, solo te pienso, me quedo despierta toda la noche para reír como una paranoica mientras recuerdo tu amor, que mejor café que el de tus ojos, que mejor inspiración que tu sonrisa. Tomo una hoja y un bolígrafo mientras empiezo a jugar con las letras, con los recuerdos, creo frases, escribo historias, las leo más de cinco veces y suspiro llena de amor, de ternura, miro la tv por el simple placer de permitirle descansar a mi mente, para apagar mis pensamientos, pero estoy tan llena de ti que incluso los autos que se escuchan afuera de mi ventana me recuerdan a ti, incluso el silencio me lleva a ti, los truenos, si, como el día que te confesé que me asustaba cuando llovía tan fuerte, que estaba todo muy frío, creyendo quizá que había sido lo más tonto que te había podido decir, pero lo arreglabas, te reías aunque decías que era normal. Hoy no está lloviendo, pero aun así todavía puedo seguir pensando en ti, y darme cuenta que cada vez que llueva podría recordarte, quererte, buscarte a media noche como un niño que le teme a los ruidos que hacen los perros ahí afuera, que busca a su mami para que lo abrace, para que lo mime, para yo quedar llena de nostalgia extrañando tu compañía.
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Atrapada en tu infierno.
Teen FictionCreí que era el amor de mi vida pero solo al final me di cuenta que era lo peor que había pasado por ella.