34.Renatta Winkler.

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Jael Jones.

Lila está cocinando, tararea, eso no es un comportamiento normal de ella y nos asusta.

—Chicos nos vamos al puente nizuk—dijo ella.

¿Que es eso?

—Apurense nos vamos en las camionetas—grito Ethan.

Fuimos corriendo a buscar nuestros trajes de baño y todo lo necesario.

—Necesito pizza—dijo Agos.

—Pasaremos por unas plazas, así que luego las compras y llevó comida—grito Lila.

—no gracias, las ensaladas no me gustan—dijo Agos haciendo su cara de asco como niña pequeña.

Salimos de las casas y se ve tan tranquilas sin nosotros.

—chicos sera mejor que se adelanten luego los alcanzó —dijo Lila.

Me acerque a ella y había llegado una chica.

—Hola—dije.
—Ella es Evelyn—dijo Lila.
—tu eres Jael y ella Lila, oh que lindo—respondió Evelyn de mala gana.

Asentí.

—Necesito a Renatta Winkler—dijo Evelyn.
—Jael retiraré por favor—dijo Lila.

Salí de la casa.

Ya me valen muchas cosas, lo único que necesito es saber que seguimos vivos.

Todos estábamos en las 3 camionetas, sólo faltaba Lila.

—¿Donde esta Lila?—pregunto Ethan.
—se quedó con una tal Evelyn—dije.

Mar y Agos salieron corriendo del auto hacia la casa.

—Dijo Lila que después nos alcanza—dije.

El asintió.

••••

Ethan Fray.

Evelyn.

¿Donde escuche ese nombre?

Diablos, soy guapo no una computadora humana.

Se subieron Mar y Agos.

Empecé a conducir, hay muchos colores por doquier.

—pizza —grito Agos.

Tuvimos que estacionar las camionetas para que la mayoría de los chicos bajen a comprar botanas.

—¿Adam podrías..—me interrumpio— claro, te traigo tus dichosas gomitas de ositos—dijo él.

—Si que si—dije y le di él dinero.

Tenemos que aprovechar a comprar ahora, ya que Lila ha estado comiendo ensaladas, demasiadas para ser exactos, comida saludable y quiere que nosotros igual.

Me quedé en el auto y mi teléfono empezó a sonar.

—Hola cariño —dije.
— ¿donde están?—pregunto.
—pizza—dije.
— esta bien, cariño— dijo ella.

— ¿donde estas?—pregunte mientras subía mis pies arriba del volante.
—cambio de planes, nos vemos en la playa —dijo ella.
— nos vemos ahí entonces—dije.
—Okey no vemos ahi, voy llegando —dijo.
— ¿por que?—pregunte pero ella colgo.

Ella habia dicho que estaba en la playa.

Seguimos el camino y llegamos a la playa.

Estuve buscando a Lila pero nada, los chicos están bajando las cosas.

Duelo de Mafias [Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora