Duelo de Mafias [Edición]

51.¿Por que?

Lila MC'cali.

2 meses después.

Estoy en la cárcel, si lo se algo muy extraño, pero alguien se tenía que sacrificar para que los demás queden libres.

El sacrificio fui yo.

Ethan debe estar mejor ahora sin mi aunque no se si siga vivo, no me permitieron ninguna llamada, los policías me tratan mal, una de las reclusas me come con la mirada y crean me no es nada agradable.

Los policías intentan tocar me y como no cedo, me obligan a lavar los trastes, los baños y me golpean.

Mi sentencia aún no está dicha pero la pena de muerte esta a mi favor, ya que la, La DEA, el FBI, la guardia di caribineri en italia y la policía nacional de Colombia me buscaba desde hace unos años, por el tráfico, las muertes de 3 agentes y una tal Kate Hiddle, cosa que ni recuerdo muy bien.

Así que estoy jodida, no tengo abogado, el abogado me lo consiguieron ellos y ni me ayuda en nada, así que el caso está algo pesado, dentro de unos días me transportarán a Estados Unidos y luego a Italia, por todos los delitos que he cometido.

Lo peor de todo es que no me han tomado fotos, no me han pedido mis datos, supongo que quieren torturar me primero y vaciar mis cuentas bancarias.

Empecé a reír.

—loca, callate —grito la oficial que hoy pusieron en guardia.

Ya que después de todo alguno que otro recuerdo fugaz me llegan y sólo puedo reír me por que los burlamos y muy hermoso.

Me acosté en mi celda, la cama de cemento esta fría, pero no importa estoy muy cansada ya que nos hacen hacer algunos deportes y actividades.

El uniforme cafe que me dieron hoy no me sienta nada mal, ya que antes tenía un uniforme naranja.

De repente el ruido se escucha en las rejas.

Me siento y eran los oficiales.

—Levantate y pon las manos contra la pared—grito uno.

—¿por que?—pregunté.

No me respondieron, sólo abrieron la celda, uno me agarró del brazo extremadamente fuerte y me puso contra la pared de un golpe.

—con cuidado que duele—dije.

<<Reina de diamantes>>

Pasaba sus manos por mi perfil lentamente.

—asco—susurro.

Me empujó contra la pared y mi cara impacto con ella, tomó mis manos y las puso por detrás luego me puso unas esposas.

—descuida que esto comparado con Estados Unidos será un spa, mañana mismo estas allá —dijo el oficial tras de mí.

Me Privé en responder.

Solo pensaba en lo mucho que odiaba no haber muerto ese día, me sacaron de la celda y habló la señora.

—Clerk, no responde Jackson —dijo la oficial que estaba de guardia.

Se apagaron las luces y las reas empezaron a gritar.

La policía abrió la reja y el estupido de uno de los oficiales prendió su luz y sacó su arma, el que me puso las esposas me aventó, me tropecé y el ardor en mi mejilla se aumentaba más, malditos.

—Quedaté con ella, iremos a ver que pasa —dijo la oficial.

Luego ella grito para que las reas se callaran y desapareció.