Duelo de Mafias [Edición]

25. Batalla ganada, guerra pendiente.

Alejandro L'magna.

Estamos acercándonos, Victoria se encontrará con Juana cerca de una plaza, cambiamos de plan.

Dentro de un día sera el cargamento que la parte de monedas le envio a la parte de copas de la mafia de Naipes, pero si Victoria los mata hoy, mañana el cargamento no sera entregado y habrán problemas.

Aparte El rey de picas y el rey de corazones se encontraran con el rey de vástago.

Estamos en la plaza, 3 de nosotros estamos en la azotea de la plaza con francotiradores, vigilando a los 8 que están abajo, otros 2 están en el hotel de enfrente, conociendo a esos atacaran por donde sea y Andre les pondrá una sorpresita que no olvidaran.

—¿cómo estas?—le pregunte a Andre por el micrófono que nos dio el.

El estaba muy nervioso, contrabajo y se colocó el micrófono para que los escuchemos cuando hablemos y el audífono fue peor.

—Bien, estoy bien—dijo

Se escucha más tranquilo.

Se acercaron 2 autos, era un Lamborguini  y un aventador.

Victoria decidió llevar unas ranger con las llantas blindadas al igual que las ventanas, muy inteligente.

—llegaron, así que espera 3 minutos y las colocas—dije.

—¿Dakota nos dará la señal?—pregunto Liliana al lado mio.

—Por supuesto—respondio Ayrlyn por el audífono.

Ella estaba atrás de Victoria.

••••

Lila MC'cali.

Llegaron.

Que empiece la función de teatro.

Sonrei.

—Me da miedo cuando sonríes Victoria—dijo Juana.

—No tendrías por que tenerlo, sólo es una expresión—dije.

—Eso esperó, ¿y el rey de corazones donde esta?—pregunto.

—Veo que trajiste a tus hombres—dije.

No le respondería nada sobre Ethan.

—Lo mismo digo—respondio.

—Claro, sobrevivimos a sus regalos aunque los de picas y parte de corazones no dirían lo mismo—menti.

Ella quería escuchar eso.

—Pense que no habrían muertos—dijo sonriendo.

—Yo pensé que tu eras más inteligente, pero igual me equivoque—sonrei arrogantemente.

—El rey de espadas quiere hablar contigo—dijo.

—¿tu jefe?—pregunte.

Ella odia que la hagan sentir menos pero no es mi culpa su falta de autoestima.

—No es mi jefe, yo no tengo jefe—dijo.

—Pareces una principiante, pero en fin, no tengo nada que hablar con el y esta conversación me cansó—dije.

Me voltee por él estornudo de Dakota, espero haberle dado el tiempo suficiente a André.

—Nadie me da la espalda Victoria Damiani—grito.

La escuche sacar el arma, quitarle el seguro, pero tenía francotiradores atrás y adelante de ella.

Aparte ella tiene una puntería fatal.