12.Victoria Damiani

3K 148 9
                                    

Victoria Damiani.

Después de llegar a casa, saludar a los chicos, tenía un trabajo especialmente sólo para mi.

-Hey, tú la que respira - gritaron.
-Mar y Agos no deberían de hacerle bromas a la reina diamantes -dije con una sonrisa de oreja a oreja.

-lo lograste-dijo Agos.

-nuestro plan no iba fallar-dijo Mar.

-obvio que no mis niñas-dijo Regina Fabrelli la madre de Mar ella es lo más cercano a un familiar.

Débil.

-iré a mi recamara- grité subiendo a la habitación.
-¿irás a ver a tu amiga?-gritó Mar.

Suspiré.

-No, Daniell se encargó de eso- respondí.
-ya quiero que venga la transformación, la acción viene con ello-dijo Agos.

Entre a mi habitación, me tiré en la cama, tratar de ignorar a Ethan me costo algo de trabajo, aunque la verdad después de lo que me enseñó Enzo jamás pensé en ser tan fuerte.

Esta es sólo una parte de lo que la mafia del Póquer va hacer, sólo una pequeña parte, ahora mi reto más grande, hablar con Jael.

Salí de la casa sin ser sorprendida y llamé a Daniell.

-¿conseguiste la mercancía?- Pregunté.
-me ofende peladita- dijo Dani.

-Daniell por favor -dije.

-listo -dijo el.
- ¿es un amigo?- le pregunté.
-mi trabajo a mi manera-respondió.

- te odio, que no le pase nada a ella-dije.

-yo igual te quiero, llegaremos en unos días-dijo.-¿ya estas en estados unidos?-pregunté sorprendida.

-te quiero, bye- dijo Dani.

Me colgó.

Lo bueno que acordaste nada de sentimientos.

El recuerdo llegó sin más.

••••

Después de ver esa cara estoy intranquila, los enfermeros me dieron un sedante y dormí poco o eso creí.

Vi esos ojos tan azules, como el mar mediterráneo.

Estoy sentada en la camilla, puedo mover todo, camine por un rato, estar así después de un día como el de ..ayer.
Los recuerdos vienen como si no tuvieran frenos, una tras otro pero no.

Mi familia, mis padres, mis hermanos.

Eso sólo es un sueño, de repente entra el doctor acompañado de un señor más grande que yo, aunque esta en buena forma y perfil.

Me voy fijando bien y esto no es una camilla ni un hospital es una habitación de una casa.

No puedo controlar mi respiración, quiero vomitar, tengo hambre quiero gritar, me siento inestable, solo siento las lágrimas y un gran vacío en mi corazón.

-señorita MC'cali, despertó, me alegró mucho-dijo el doctor que hace unos minutos creó y conoci.

-¿dónde está mi familia? -grite.

Y antes de que tratara de gritar más el señor me dio una bofetada que hizo que me tropezará.

Parte de mi mejilla me arde.

Duelo de Mafias [Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora