Destinos cruzados

Lluvia

Desde ese dia, en el que Zuko y Katara se habian conocido realmente como eran, se veian todos los dias para entrenar o jugar. Siempre que Katara terminaba sus labores lo primero que hacia era ver a su amigo ojidorado. Su abuela no se lo impidia, de hecho sospechaba que tenia algo más con su "amiguito" que solo amistad, y eso la ponia feliz.

Zuko, por su parte, no le iba del todo bien. Como era el futuro Señor del Fuego tenia más clases particulares que cualquier niño normal, lo cual hacia que se fugara de sus aburridas lecciones. Eso no era común en él pero desde que conocio a Katara ya no era el mismo. Y todos lo notaban.

Urza se alegraba por el cambio de su hijo, ya no era tan serio y sonreia más. Parecia un niño comun y corriente. Eso era lo que ella queria, que Zuko disfrutara su infancia para que cuando sea mayor tenga recuerdos hermosos y no sea un hombre frio. Algún dia le preguntaria cual fue el motivo de su repentino y agradable cambio.

Ozai no estaba muy contento con lo sucedido. Ya que ultimamente recibia muchas quejas de los profesores de su primogenito, diciendo que no prestaba atención y que se escapaba amenudo. Esa actitud por parte de su hijo no le gustaba, ya tenia suficiente preocupandose con los problemas de su Nación como para preocuparse de Zuko. Ozai prometio hacerse un tiempo para hablar con su hijo y él lo escucharia quiera o no.

- Y como ve, el articulo numero treinta del rotulo veintisiete dice que...

Bla, bla, bla. Eso era todo lo que escuchaba el niño que estaba sentado en su pupitre. Se quedo mirando el techo mientras su profesor escribia en la pizarra, las clases ya no eran lo mismo para Zuko, la unica persona que rondaba su cabeza era cierta maestra agua.

Hace dos dias sus padres salieron de la capital junto con Lady Michi y Mai. Azula se habia ido a la casa de TyLee por unos dias. Y su Tio Iroh viajo a Ba Sing Se a visitar a su primo Lu Ten. Pero a pesar de eso no se sentia solo.

Zuko volteo su cabeza a un lado y pudo divisar que la puerta estaba abierta y justo en ese momento pasaba Katara. Su sonrisa se ensancho y con mucho cuidado de no hacer ruido salio de la habitación. Podria ser un ninja si me lo propongo. Pensó triunfalmente.

- Entendio su majestad?- el profesor, al no recibir respuesta alguna se volto y ni rastros del principe habia.- Otra vez!.- dijó mientras se golpeaba la frente.

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- Katara!

La niña se dio vuelta y se encontro con Zuko que venia corriendo hasta llegar frente a ella.

- Zuko! Que haces aqui? No tenias lecciones de Leyes?

- Eeehhh El profesor decidio terminar antes la clase jejeje y cambiando de tema, quieres ir al Jardin Central a jugar?

- Wao, nunca he ido a ese lugar, esta bien vamos!

El Jardin Central era el más grande del palacio y como la familia de Zuko no estaba el jardin estaria desierto.

- Valla! Es el doble de los jardines a los que ibamos.- Katara pudo divisar a lo lejos una hamaca y sus ojos se iluminaron. Corrio directamente hacia ahi y se subio. - Zuko, podrias hamacarme?

- Claro!

Asi pasaron un buen rato. Hasta que Katara decidio que Zuko la deje hamacarse sola y en eso se solto y cayo de pie al suelo. Zuko se asusto pero al ver que no le paso nada se tranquilizo. Katara era una niña a la que le gustaba el riesgo y la adrenalina por eso una vida al lado de ella nunca seria aburrida.
Me gustaria vivir con ella hasta mis ultimos dias. Pensó el pelinegro y después de reflexionar lo que dijo se sonrojo con una sacudida mental volvio a la realidad. El cielo se torno oscuro y parecia que en cualquier momento se largaba la lluvia, Zuko lo noto y empezo a caminar para el palacio.

- Vamos Katara, pronto llovera. Podemos jugar algo a dentro, tengo juegos de mesa como el PaiSho, no soy muy bueno en eso pero...

Cuando se dio cuenta que la pelicastaña no lo seguia volvio sobre sus pasos hasta quedar atras de ella. - Que sucede Katara?

La ojiazul no contesto más bien observo como la primera gota de lluvia caia en frente de ella, tan cerca. Después de eso miles de gotas la siguieron. Llovia delicadamente y no hacia frio, el clima calido del lugar ayudaba.

- Me gusta la lluvia.

Finalmente dijo.

Zuko no dijo nada, más bien espero a que Katara continuara hablando.

- Yo... soy huerfana. La abuela Ming me encontro en una canasta. Estaba sola, en una playa. No recuerdo nada de mis padres pero... tengo sueños en donde solo veo lluvia y agua. Me siento tranquila en la lluvia, siento que estoy con ellos.

Las gotas de lluvia golpeaban su cara pero no le dolia, se sentia abrigada ahi.

Después de unos minutos en la lluvia entraron al palacio. Katara se encargo de secarlos y mientras lo hacia Zuko hablo:

- No sabia que eras huerfana, en serio lo siento.

- Esta bien, Mi abuela se encargo de que eso no me afectara mucho y estoy agradecida con ella. Es la unica familia que tengo.

- Oye y yo que?

- jajaja tu eres mi mejor amigo Zuko, tambien te tengo en cuenta.- las ultimas gotas de agua salieron de la ropa de Zuko y Katara lo arrojo afuera.- Creo que ya estas seco. Esta haciendose tarde, tengo que irme o mi abuela se preocupara. Nos vemos, Zuko!

La niña salio corriendo por un pasillo y desaparecio dejando a Zuko muy pensativo con una palabra que menciono la castaña.

Amigo.

Esa palabra ya no la sentia el ojidorado. Él queria ser algo más que solo eso.

Zuko se fue a su habitación y se recosto placidamente sobre su cama, la lluvia tambien lo tranquilizo e hizo que reflexionara.
Me gusta la lluvia. Dijo ella. A mi tambien me gusta la lluvia pero... me acabo de dar cuenta que tu me gustas más. Y con ese ultimo pensamiento el principe se durmio.

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N/A: sus votos y comentarios hicieron que me levante con ganas de escribir, muchas gracias! :3 y pues esto fue lo que salio de mi cabecita (alguien grita: EN VEZ DE USARLA PARA ESCRIBIR USALA EN LA ESCUELA!) 7-7....
^^ mientras no tenga examenes actualizare más seguido por mis lectoras!
Y POR EL ZUTARA!!! \(♡o♡)/

Nos leemos en otro cap! Bye!