Destinos cruzados

Esta soy yo

La luna llena resplandecia como nunca en la capital. Y su luz se filtraba por las ventanas del palacio iluminando uno de sus salones en el cual mañana se llevaria acabo la dichosa boda. Los asientos estaban acomodados, la decoración era muy ostentosa, y el altar estaba listo para ese gran momento.

Zuko no pudo evitar verlo como su perdición, como cuando un convicto era llevado a la horca, ahi arriba uniria su vida con la de Mai. Despues de todo lo que paso, y las cosas que tuvo que enfrentar, al fin llegaba ese dia.

- ¿Familiarizandote con el lugar, eh?.- pudo reconocer la voz de su tio detras de él pero no se volteo.

- No se que hacer. Todo esto me tiene muy preocupado, tampoco he sabido nada de Katara...

Iroh camino hasta estar al lado del pelinegro para tambien observar el enorme salón, el cual se veia oscuro y sombrio, debia admitir.

Miro de reojo a su sobrino y supuso que llego el momento de contarle algo.

- Zuko, ¿Nunca te has preguntado por qué Ozai es el Señor del Fuego y no yo siendo el mayor?

Al ojidorado le sorprendio un poco que preguntara eso tan de repente pero no lo hizo notar.

- Pues... si, pero no queria ser impertinente.

- La verdad es que pase lo mismo que tu.- Zuko agrando los ojos y volvio la cabeza hacia su tio.- Hace mucho tiempo, tu abuelo y yo tuvimos que ir al Reino Tierra a firmar unos acuerdos, en ese entonces tenia casi tu edad, y al igual que tu, me estaba preparando para asumir mis responsabilidades pero en ese lugar fue donde la conoci. Era una simple mesera de una casa de té pero supo cautivar mi corazón. El té de ginseng se convirtio en mi favorito.- emitio una sonora risa al recordar su juventud.

El ojidorado escuchaba atentamente la historia.

- Tu abuelo, obviamente no estaba de acuerdo con esa relación asi que tuve que elegir entre mi pueblo o el amor de mi vida.- Hizo una pausa recordando ese momento de confrontación con su padre, luego vio a su sobrino con una calida sonrisa.- Al ver a Luten y mis nietos, no me arrepiento de haber tomado mi decición.

- No tenia idea de eso...

- No quiero confundirte solo espero que tu tambien sepas elegir lo correcto, sobrino.- y con esas palabras, se fue del salon dejando a Zuko más pensativo que antes.

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Li y Lo llevaron a Katara en una de las salas del templo.
En esa habitación no entraba luz, sin embargo habia una pequeña fogata en medio.
Las tres se sentaron frente a frente sobre unos almohadones, Li saco una pequeña bolsa de su manga y de ahi agarro un poco de polvo el cual esparcio sobre el fuego.

- ¿Puedes ver algo?.- pregunto Lo refiriendose a la castaña.

Katara entrecerro los ojos y pudo observar como el humo hacia formas muy extrañas, se acerco un poco pero un llanto hizo que se distrajera.

Es un bebe. Penso al escucharlo detenidamente, observo a su alrededor pero no habia nada, nisiquiera encontro a las gemelas, eso hizo que entrara en panico.

El llanto no cesaba.

- Descuida, aqui estoy Katara.

La ojiazul se tenso al escuchar esa voz. Volvio a observar el humo y pudo ver claramente a una mujer de cabellos castaños y ojos azules como los suyos.