No somos nada

1.9K 192 55
                                    

El sol se estaba poniendo, las sombras de los arboles daban al lugar un toque terrorifico y negro haciendo que Suki se arrepintiera por su decición. Y sin darse cuenta llegaron a un enorme campamento donde habian hombres de todo tipo, desde fortachones maestros tierra hasta audaces maestros fuego. Todos delincuentes que a simple vista eran aterradores.

Llegaron a un sector donde habian jaulas, la mayoria enormes.

- Aqui te quedaras, linda, hasta que Zao sepa que hacer contigo.- le sonrio picaramente.- hasta entonces.

Se fue por donde vino hasta desaparecer de la vista de la guerrera la cual hizo un gesto de asco.

Suki se sento en el suelo de paja y miro afuera y alrededor del lugar. Se dió cuenta de que las jaulas estaban repletas de animales exoticos, que poco a poco levantaban sus cabezas para observarla desde sus jaulas. Vio lemures voladores, tigres dientes de sable, oso ornitorincos, y muchos más.

Escucho un bufido detras de ella que le volo el cabello y la hizo estremecerse. Lentamente se dio la vuelta, preparada para lo que sea pero su semblante se ablando cuando noto que era un enorme y peludo bisonte volador, el cual le lengueteo la cara en señal de amistad.

- Oye! No hagas eso.- el bisonte no le hizo caso.- Si, tambien es gusto conocerte.- dijo la castaña tratando de alejarlo.- Lo más seguro es que te secuestraron, verdad amiguito?

El bisonte se acurruco más a ella.

- No te preocupes, yo te sacare de aqui.- acaricio su cabeza.

- Suki.- susurro alguien.

La chica busco con la mirada a quién la llamaba y lo vio detras de un barril.

- Sokka!

- Shhh, van a oirte.- decia mientras se acercaba a ella.

- Lo siento.- la chica se disculpo con una risita y acto seguido lo abrazo atravez de los barrotes de hierro. Él le correspondio el abrazo con alegria. Él tambien la habia extrañado en ese pequeño lapso de tiempo, mejor dicho, estaba preocupado.

Iban a seguir asi de no ser por la interrupsión de cierta niña ciega.

- Siento interrumpir este bello momento, par de tortolitos, pero debemos planear una emboscada.

Ambos se separaron de inmediato y un rubor cubrio sus mejillas.

- E-en donde esta Bato?.- pregunto Suki.

- Aqui estoy,- aparecio de repente.- Fui a revisar el perimetro, pero al parecer Zao no se encuentra en el campamento.

- Maldición! Y ahora que hacemos?

- Tomalo por el lado positivo Sokka, mañana a primera hora lo sorprenderemos cuando llegue, sera facil con Suki adentro.

- Oigan, si no les importa, quisiera sacar a todos estos animales de aqui.- interrumpio Suki. Ella amaba a los animales y no iba a dejarlos ahi.

- Que? No, eso seria muy arriesgado eso seria...

- ... una buena idea.- agrego Bato.

- Si! Espera, por qué?- cuestiono Sokka.

- Piensalo. Podria ser una buena distracción para sus hombres.

- Mmm no lo se.- se quedo meditando por unos segundos, al fin de cuentas no se le ocurria ningun plan y no tenian mucho tiempo.- De acuerdo.

- Gracias, Sokka.- Hablo Suki.

- Bien, entonces ten esto.- Bato le pasó atraves de los barrotes de hierro unas llaves.- mañana, ni bien salga el sol, vas a liberarlos a todos, nosostros ya estaremos listos para entonces.

Destinos cruzadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora