Destinos cruzados

Bajo la lluvia

Chicas iban y venian, llevando consigo un pedazo de tela, todas tenian un color y textura diferente.

Lady Michi estaba sentada en un sofa junto a Mai, observaba con detenimiento las telas que le mostraban y luego las rechazaba una por una, hasta que vio una que le llamo la atención no era roja como el anterior vestido de Mai, esta era un poco más oscura.

- Perfecto.

Mai rodo los ojos. Le molestaba mucho tener que organizar todo de nuevo, pero a diferencia de la vez anterior, se sentia confundida. Tenia una lucha interna que hacia que cada minuto en la Isla Ember fuera agobiante.

Aun recordaba las palabras de la maestra agua.

"¿Amas a Zuko o solo es un capricho?"

Y ahora que lo pensaba bien... ella no tenia idea de lo que era "amar". Su madre nunca le habia brindado algún tipo de afecto, entonces eso significaba que Zuko solo era ¿un capricho?
Recordaba las veces que quiso separarlo de la sirvienta, pero de alguna manera siempre terminaban juntos. Nunca podria cambiar eso.

No importaba lo que su madre le habia dicho, él jamas la corresponderia.

Fue sacada de sus pensamientos al oir
un chasquido de dedos y rapidamente dirigio la mirada a su madre.

Una de las sirvientas le entrego un libro, la mujer hojeo las hojas una por una hasta que hallo el modelo de vestido que queria.- Denle esta tela y ese modelo al sastre real, lo quiero para mañana en la noche.

- Como ordene Señora.- la sirvienta se retiro junto con sus compañeras.

- Nada mejor que un vestido nuevo, ya encargue las flores, el buffet fue seleccionado y...

- ¿Y si no quiero usar ese vestido?.- la interrumpio Mai.

- ¿Que?.- La mujer mayor la miro con confunción.

- Me gustaba más el anterior.

Lady Michi rio modestamente.

- Usaras ese y punto.

- ¿Que sentido tiene? La sirvienta ya gano.- Se puso de pie y encaro a su madre.

- Mai, basta...

- ¡Siempre me dijiste que estaba destinada a ser la Señora del Fuego pero nunca me has preguntado que era lo que yo queria!

- Mai...

- Tal vez ya no quiero casarme...

- Silencio...

- ¿Por qué te haria caso?

- ¡PORQUE SOY TU MADRE Y HARAS LO QUE YO TE DIGA!- Mai agrando los ojos y su rostro monotono reflejaba temor.- Hemos llegado muy lejos como para echarnos atras y no permitire que un capricho tuyo lo arruine.

La pelinegra bajo la mirada y se volvio a sentar.

- Lo siento.- musito.

Lady Michi volvio a serenarse y la observo de soslayo. No podia permitir que algo como eso volviera a suceder y menos a dos dias de la boda.

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Mientras tanto en el Palacio del Señor del Fuego se llevaban a cabo los preparativos para la boda.

Katara creia que era un Deja vhu ¿es que siempre tenia que quedar como masoquista? El salon que estaba limpiando era casi identico al salón en donde Zuko y Mai estaban a punto de casarse, solo que este era más grande.

Se culpo a si misma por la situación en la que se encontraba. Lady Ursa le habia dicho que ese día se lo dejaba libre, ¡pero ya le habia dado muchos dias libre! Y como la terca que era fue con las demas sirvientas a ayudar pero no se espero eso.