Destinos cruzados

Volverme a enamorar

Lamento la tardanza, tuve problemas para entrar a Wattpad y nisiquiera he podido leer algo asi que ya deben imaginarse lo doloroso que es xD

Como Wattpad ya no me deja poner audios... ;---;
Les pido por favor que escuchen el tema del multimedia para seguir la lectura ^^
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- Traere algo para beber, ahora vuelvo.- el chico se fue entre las personas hasta desaparecer.

Katara suspiro algo cansada, la verdad era que ya no queria bailar y estar con ese chico la incomodaba. Hubieron varios momentos en los cuales quiso llegar a sus labios pero la ojiazul lo evadia como podia.
Ya no queria seguir con eso, entonces decidio dejarlo plantado e irse a su cuarto a dormir tranquilamente.

Cuando volteo chocó con alguien, y por la repentina sorpresa estaba a punto de caer de espalda pero fue sujatada por su cintura y una de sus manos.

Sentia como era atraida por esa persona hasta verlo de frente.

Sus rostros estaban tan cerca, sin embargo, estaban separados por una mascara, una mascara azul.

Katara se sobresalto.

¿El espiritu azul?

Intento separarse pero él parecia no querer soltar su mano.

Él empezo a moverse de un lado al otro, al compas de la musica, mientras la guiaba al centro de la pista.

La ojiazul no sabia como actuar solo se dejaba llevar por él, tampoco le salian las palabras para detenerlo.

Le dio una vuelta y la volvio a acercar hacia él. Los ojos de Katara se dilataban con cada paso, y se sentio como en las nubes cuando el empezo a dar vueltas con ella.

Su corazon latia a mil por hora y eso la extrañaba.

¿Por qué me siento asi?

De repente observo varias miradas sobre ellos, muchos dejaron de bailar solo para verlos. Eso hizo que se sonrojara y empezara a inquietarse.

Al parecer él lo noto y se acerco a su oido.

- Olvidate de ellos y disfruta el momento.

Esa voz...

Katara se estremecio al oir esa tersa voz tan cerca de ella, pero le resulto tan familiar que decidio hacerle caso.

Una leve sonrisa se le formo y empezo a moverse con más gracia.
Era como si nadie más aparte de ellos dos existiera.

El velo de su sombrero se movia majestuosamente cada vez que daban giros. Ella reia por la adrenalina del momento y él permanecia en total silencio, deleitandose de su risa.

¿Que me esta pasando? No lo conozco pero aun asi... me siento feliz con él... sera que me volvi a...

Katara apreto los ojos y borro esa idea de su cabeza. Lo mejor era no pensar mucho en eso, luego apaciguaria sus dudas.

Todos aplaudian por el gran baile que demostraban, pero lo que más los maravillo fueron sus disfraces, después de todo, eran la Dama Pintada y el Espiritu Azul. Era como si hubiesen revivido la leyenda.

La musica ya estaba finalizando, la ojiazul se dejo caer confiando en que él iba a sujetarla, y asi fue. Ambos quedaron quietos en esa posición mirandose a los ojos.

Los jovenes los obacionaron y empezaron a dispersarse para volver a bailar.

Katara entrecerro los ojos para tratar de ver atraves de los agujeros de la mascara pero solo habia una profunda oscuridad.