Destinos cruzados

Fallaste

Pov de Katara

Siento que esto es un sueño, un sueño del cual no quiero despertar. Estar entre sus brazos se siente tan bien y no voy a negarlo desde un principio quise esto, su calor, su amor, todo.
Sentir sus labios contra los mios me tranquiliza y me hace olvidar que esto es imposible, tal vez estupido y cualquiera diria que nos hacemos daño a nosotros mismos pero...

¡Es cierto! ¿Qué estoy haciendo? Solamente nos estamos creando falsas ilusiones y más adelante nos dolera aun más. Debo acabar con esto

Como puedo, me separo de él pese a su confusión y tomo distancia bajando la mirada.

- ¿Qué sucede?.- me pregunta, como si no supiera lo que acabamos de hacer.

- Todo esto esta mal, no debi dejar que pasara y tu no deberias estar aqui.- dije lo más seria posible.

- ¿Por qué no?.- acaso estas jugando conmigo.

- Porque estas comprometido.- me duele decirlo pero es asi.

Pero como es muy testarudo estoy segura que no se ira sin argumentar.

- Katara, yo-

No pudo seguir hablando ya que un sirviente lo interrumpio.

- Principe Zuko, su padre lo llama para reunion con el Consejo Real.

- Tan pronto llegaron.- murmuro.

- Ve con ellos.- le digo de manera que solo él pueda oirme.

Se podia ver la resignación en su rostro, asintio para después seguir al sirviente, desapareciendo en por el pasillo.

Me recargo en el marco de la puerta pensando en lo que hize e inconcientemente me toco los labios.

- ejem...

El carraspeo de un garganta hace que vuelva en si, encontrandome con unos ojos que me mira divertidamente.

- Abuela Ming, ¿Q-qué haces aqui?.- pregunto con cierto nerviosismo en mi voz.

- Pues vivimos en la misma habitación, Katara.- me dijo calmadamente mientras entraba adentro.

- Ah! Si! Y-ya lo se jejeje solo que me sorprendiste, eso es todo.- me rasco la cabeza. Esto no podria ser más vergonzoso.- ¿Quieres un poco de té?

Antes de que me responda ya le habia servido una taza y con una sonrisa finjida se lo alcanzo.

- Gracias.- asiento como respuesta y rapidamente me doy vuelta para ir a dormir.- ¿Y que has estado haciendo en mi ausencia?

Hace que me frene ante su repentina pregunta y la mire de reojo.

- Ehhh pues, estaba ordenando algunas cosas para distraerme, eso es todo.- miento.

- Entiendo, despues de todo estabas muy bien acompañada.

Ay no, no puede ser...

- ¿Desde hace cuanto estabas ahi parada?

- Pues no quise interrumpirlos.- dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

Puedo sentir mis mejillas arder cuando la oi decir eso. Pero que verguenza, ¡no puedo creer que nos haya visto!

- Yo... puedo explicarlo...

- No tienes que explicar nada mi niña, el amor entre jovenes es algo natural.

- ¡¿Qué?! No, él y yo ya no estamos saliendo.

- ¿Entonces que fue lo que acabo de ver hace rato? ¿Un beso de despedida acaso?