Destinos cruzados

A salvo

A partir de ahora no sé que chuchas estoy haciendo, solo sé que el final lo tengo resuelto. Lo complicado sera llegar hasta ahi asi que me disculpo de antemano si hay cosas que no se llegan a entender. (QwQ)

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Katara habia sobrevolado el mar por veinte minutos hasta que al fin pudo ver al Avatar flotando en el agua con su bisonte volador, hizo una seña y los cinco bisontes se separaron para ocupar más terreno. La ojiazul se sentia afortunada de que a su equipo le tocara estar cerca del majestuoso Avatar Aang. Lo habia visto de lejos pero ahora que lo tenia en frente podia decir que era realmente impresionante.

- Agradezco que esten aqui para ayudar. Hacer el muro me habria tomado dias, ya no soy tan joven.- se echo a reir de si mismo. Los demas solo se limitaron a mirarse entre si.

- Muy bien, tenemos dos horas asi que ha comenzar.- hablo uno de los monjes.

Todos los maestros agua asintieron y se lanzaron al mar. Ni bien tocaron el agua, formaron un piso de hielo. Tres maestros corrieron hacia la derecha y los tres hacia la izquierda, formando un sendero de hielo a su paso. Siguieron corriendo y cada cierta distancia un maestro se quedaba y empezaba a formar el muro. Katara era la ultima en seguir corriendo hasta que pudo ver a lo lejos a otro maestro, supo entonces que debía detenerse.
Vio hacia el frente. Inhalo y exalo. Y de inmediato se puso manos a la obra.
Esta era la primera vez que armaba un muro hielo asi que se concentro lo más que pudo para hacerlo resistente. De ella dependian su familia y amigos.

Mientras tanto, en la ciudad se estaban preparando para una inminente destrucción. No era que el Señor del Fuego desconfiara del plan pero debian estar anticipados para una posible falla, asi que dio la orden a todos sus generales y soldados de evacuar a la población en dirigibles. El problema era que no eran suficientes para llevarlos a todos de una sola vez, tendrian que hacer varios viajes. Solo esperaba que el plan del Avatar funcionará o que al menos les diera tiempo.

- General ¿como va la evacuación?- pregunto sin dejar de ver atraves de la ventana de su despacho.

- Hemos transportado a más de un cuarto de la población entre los cuales van mujeres, niños y ancianos. Los dirigibles estan por volver pero...

- ¿Pero...?

- Hay muchas personas que se niegan a salir de sus casas, confían en que el plan del Avatar funcionara.

Ozai fruncio el ceño y reprimio las ganas de frotarse la sien. Esperaba no tener que lidiar con eso pero no podia culparlos, muchos llevaban generaciones en la ciudad y era muy difícil tener que dejar atrás lo que tanto les costó conseguir. ¿Que podía hacer?

- Imagino que haremos algo al respecto ¿no?

Ese cometario saco al Señor del Fuego de sus pensamientos para voltearse y encontrarse con su hijo.

- Se supone que deberías estar en el refugio subterraneo junto a los demas, Príncipe Zuko.

- No puedo quedarme ahi sin hacer nada mientras nuestra gente lidia con esto. Quiero ayudar.

- Me ayudas más protegiendo a la familia.

- Ellos estaran bien, son las personas de ahi afuera de las que debemos preocuparnos.

- ¡He dicho que no! Y esa es mi respuesta final.

Zuko apreto los dientes claramente molesto y dio media vuelta para marcharse no sin antes azotar la puerta como muestra de su descontento.

- Siguelo y segurate que entre al refugio.- ordeno Ozai a uno de sus guardias más cercanos quien solo atino a asentir para despues apresurarse y alcanzar al malhumorado principe.