Desperté en mi habitación algo extraña, me levante con malestar, uno tan fuerte que tuve que ir corriendo hacia el baño y vomitar, me sentía muy mal así que hasta que no me saque todo el malestar y náuseas, no me despeje de donde estaba.
Una vez que me levanté comencé a sentir frío, fue entonces que cambie mi camisón de seda por un vestido rojo que me serviría de abrigo por el frío que hacía. Una vez lista salí de mi pieza con los ojos cerrados, cuando los abrí me llevé la sorpresa de mi vida.
_ ¿Sain? ¿Qué haces tú aquí? Tienes prohibida la entrada, ¿quién te dejó entrar? - Pregunte muy rápido con los brazos cruzados-.
_ Hola, buenos días, ¿no? - Lo mire con enojo a lo que él sólo se encogió de hombros y volvió a hablar- .
_ Desmaye a los guardias de la entrada, y alguna que otra sirvienta, es mucho más fácil usar mi don desmayando a las personas que para lo que de verdad funciona - Respondió como si no tuviera importancia-.
_¿Y eso sería para?... - Quise saber más sobre su don-.
_ Dejalo hay Amira, cambiando de tema, ¿Estabas vomitando? - Contestó mirando hacia otra parte-.
_ Sí, desperté con malestar, de todas formas no es de tu incumbencia - Suspire bajando mis hombros-.
_ Quizás sí lo sea... Bueno sacando eso de lado me iré, más tarde nos veremos hay algo que quiero comprobar - Antes de que pudiera negarme el ya se había ido por la ventana, aunque su presencia seguía muy cerca-.
Que chico tan extraño, podría entrar siempre por hay sin embargo entró por la puerta principal y desmayo a todos, ¿es para demostrar su don acaso? Sólo sé que su don en muy parecido al mío sólo que no necesita mirar a la persona o siquiera estar cerca, es simplemente mejor y más peligroso.
El malestar volvió por la cual sólo puede volver corriendo al baño, me sentía muy mal y no quería ni oler nada por mis náuseas. Tenía dudas sobre lo que me pasaba por esa razón se me ocurrió consultarlo con el espejo que encontré en el bosque, si no me equivoco esa señora era una hechicera.
_ Espejito, espejito, ¿qué me está pasando? - Me reí recordando que diciendo eso pareciera como si este espejo tuviera vida, para mi sorpresa este respondió a mi pregunta-.
_ Señora, lo que usted tiene es muy normal pero a la vez peligroso, usted está embarazada, algo peligroso para las mujeres vampiro, por el hecho de que es un ser inmortal que crecerá como cualquier ser vivo pero será inmortal y difícil de enseñar a controlar su sed por la sangre.
Luego de que dijo esas palabras la voz y la mujer que salía del espejo desaparecieron dejándome con un malestar aún mayor, iba a ser madre de un mini monstruo, mi única herencia quizás, si era mío significa que fue aquella noche que yo y Sain estuvimos juntos... Eso significaba que ambos seríamos padres, no podría permitirlo, este bebé no verá la luz del día.
*Aunque podría servirme como heredera de mi maldad, la herencia maldita que tanto teme el príncipe negro* pensé con una sonrisa de costado.
_¿Eso que dijo el espejo es cierto? - Con esas palabras mi corazón se detuvo, me voltee reconociendo esa voz, era Sain quien me miraba con expresión de piedra en estado de shock, pero a la vez sorprendido y con los ojos bien abiertos-.
_ Al parecer si, este espejo me lo dio una bruja y puede ver todo lo que pasa en el mundo -Este asintió al parecer sorprendido de esto, sin embargo su cara se volvió de preocupación al instante-.
_ Eso significa que tendremos un niño inmortal... - Habló de nuevo en voz baja esta vez, aunque en realidad parecía hablarse a sí mismo
_ Eso podría cambiar si no le doy un futuro-Su expresión se volvió de puro enojo mirándome como si hubiera dicho las peores cosas del mundo fue entonces que lanzó unas palabras hirientes que nunca olvidaría-.
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La Tirana °Editando°
VampireElla era una cruel princesa de aristocracia, hermosa pero de un frío y cruel corazón Quién podría siquiera haber pensado que por el error de un vampiro ella terminaría siendo convertida. Terminará siendo una eterna Tirana. © Esta novela tiene der...