Ya había pasado dos semanas desde que había encontrado la fuente, y mi vientre estaba más grande, el bebé se movía mucho tanto que parecía feliz y tener muchas energías. Estaba en la cuente cuando recordé que tenía que buscar a Irina, aún que desde hace dos semanas no la había visto, sabía que ella seguía conmigo por que siempre encontraba manzanas en la casa, debía buscarla tengo miedo que le pasara algo malo.
Comencé a buscarla, pero mientras lo hacía sentí un dolor en mi vientre y luego un líquido bajar por mis piernas, me sentí rara, hasta al fin comprendí que ocurría, mi bebé estaba por llegar al mundo, pero sin embargo me sentí aterrada, estaba sola a Pinto de tener a mi pequeño.
*que oportuno bebé* pensé con un fuerte dolor recorriendo mi vientre.
Camine un poco más hasta que me senté en el suelo, sin poder avanzar más, el dolor se volvió muy fuerte como para continuar, estaba asustada, de que estuviera por hacer esto completamente sola, sin duda era lo peor que podía pasar.
_Oh dios, ¿estas bien?
_Soy Amira, Irina necesito ayuda, ya viene mi pequeño.
La muchacha me miró confundida pero luego comprendió lo que decía cuando vio mi vientre enorme además del líquido que había en el suelo, sin pensarlo dos minutos más se tiró frente de mi colocándose en medio de mis piernas, yo supe que iba a ayudarme, por esa razón me sentí aliviada.
_Tranquila, todo estará bien, una vez ayude a una mujer embarazada también, lo cual salió bien.
_Irina...
_¿Si?
_Por favor no permitas que nada le pase.
_Tranquila, tu pequeño y tu estarán bien.
Sin más comencé a pujar, sentía un fuerte dolor, sin embargo no paraba, Irina me seguía diciendo que todo estaría bien, también decía que mi bebé pronto nacería, y eso sólo hacia que me dieran ganas pujar mucho más, tenía una ganas enormes de tener a mi pequeña persona y razón de vivir, la persona que cambiará mi vida por completo, por quien daría mi vida o incluso quitaría vidas por el.
_Puedo verlo, ya casi viene, sólo una más.
Hice lo que me pidió y puje lo más profundo que pude hasta que quede exhausta, sin embargo pude sentir un pequeño llanto que hizo mi corazón dar un vuelco, si este pudiera latir se que latería muy fuerte.
_Felicidades mamá, es una niña.
Justo en ese momento comencé a llorar de alegría, el saber que tenía una pequeña en mi vida, una pequeña que la cambiaría por completo, además está niña era especial, crecería rápido pero eso solo haría que la disfrute mucho más y sabía que lo disfrutaría al máximo, pero sin duda sería difícil sin Sain.
_¿Cómo se llamará?
_Bueno sobre eso, me gustó el nombre Katherine, y como me salvaste e incluso como me ayudaste, sin duda le pondré así.
Me levanté para ver a mi pequeña en brazos de Irina, pero lo que vi me partió el corazón, ya que ella tenía un cuchillo de plata suspendido en frente de mi pequeña, estaba mirando a mi bebé y pensaba matarla, yo me sentía débil, sin poder moverme, mi desesperación se hizo notable, quería llorar, ella estaba a punto de matarla. Pero no lo hizo, para mi sorpresa y alivio ella soltó el cuchillo de plata, comenzó a llorar abrazando a mi pequeña, por un momento sentí que debía sacarle a mi beba, pero sólo me pude acostar y tratar de descansar, comencé a ver todo negro pero luego de unos minutos pude ver a Sain enfrente de mi, el sonreía con una flor en su mano.
Esta imagen no duró mucho hasta que la flor comenzó a cortarle la mano haciendo que está empezará a sangrar, el rostro que Sain tenía ahora era de puro odio, cuando lo mire el dijo algo con sus labios que pude entender muy bien. Él dijo: "te encontraré, te mataré, casi te tengo".
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La Tirana °Editando°
VampirElla era una cruel princesa de aristocracia, hermosa pero de un frío y cruel corazón Quién podría siquiera haber pensado que por el error de un vampiro ella terminaría siendo convertida. Terminará siendo una eterna Tirana. © Esta novela tiene der...