|Decepción y lágrimas|

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Una vez que llegamos al castillo lo primero que pude oír fue el llanto de Alex, el pequeño estaba en las escaleras llorando sin parar, seguramente era porque yo no estaba.

*debió me debió haber buscado mucho... Me siento culpable* pensé.

Desde que ese niño llegó a mi vida me cambio de una forma que nunca imagine que alguien pudiera hacerlo jamás.

_ Pequeño, no llores aquí estoy - Alex levantó la cabeza y al verme no dudó en correr hasta mis brazos, yo lo alce abrazándolo muy fuerte para ya nunca dejarlo ir-.

Pude sentir la mirada de Sain a mis espaldas y no pude evitar sentirme incómoda además que desprotegida, temía que atacará en cualquier momento.

_ Mami te extrañe mucho, ¿a dónde fuiste? - Dijo limpiando sus lágrimas-. 

_ Luego te diré pequeño, ahora debo hablar con Sain - Le informe cambiando de tema-. 

_¿Con papi? ¿Por qué? - Pregunto curioso este-. 

_El sabe y yo también, eso es suficiente, por favor ve a jugar - Alex miró confundido pero asintió para luego irse hacia afuera y jugar-.

_ Vamos a la sala, no quiero que nadie escuche nuestra charla - Él sólo se limitó a asentir y comenzar a perseguirme, yo lo guíe hasta la sala y cerré la puerta-.

_ Bueno, ¿qué haremos ahora? - Me pregunto mirándome a los ojos-. 

_ Dímelo tu Sain, me traicionaste mucho tiempo, dime todo lo que tenga que saber, pero sobre todo, ¿quién eres tú? - Respondí queriendo saber que excusa tiene-. 

_ Está bien, comenzaré presentándome. Mi nombre es Sain Márkov, como notaste soy hermano gemelo de Edgard Márkov, hace tiempo me encargó una misión que acepte por ser él mi hermano - Asentí para que continuara y él solo soltó un suspiro para luego continuar el relato-.

_ Esa misión era vigilar que es lo que hacía el Conde William, ya que como usted comprobó de pequeña él visitaba niños para tomar toda su sangre o convertirlos en vampiro, haciendo que posteriormente los maten porque ellos no pueden controlar su sed de sangre - No decía nada, no había nada que decir, Sain esperaba mi respuesta o reacción pero no logró nada por eso mismo continuó-.

_ Mi hermano me encargó la misión de que lo vigilara, me ganara su confianza y lo matara, pero un tiempo después de haber dado comienzo al plan este hizo que la conociera, me pareció que usted no sabía controlarse y terminaría muy mal por eso decidí irme con usted, le mande una carta diciendo que iba a abortar la misión para poder mantenerla vigilada, pero... - Miro hacía el suelo con los brazos sobre ambas piernas en posición triste-. 

_¿Pero? - Di pie para que continuara-. 

_ Le pareció un poco absurdo y se negó a que lo hiciera, cuando iba a responder su carta usted lo mató, haciendo que quedara libre de la misión - Respondió ahora mirandome-. 

_¿Siempre fuiste vampiro y nunca me lo dijiste? - Dije haciendo notar que estaba dolida-. 

_ Hice mi mayor esfuerzo para que no se entere, hasta me enferme por ello, no tomaba sangre y usted tomaba toda la mía - Hizo que recordara cuando se enfermo-. 

_De haber sabido que eras el enemigo no habría tomado toda tu sangre - Tuve que admitir con asco-. 

_ Me disculpo por todo mi señora, me disculpó por todo lo que he hecho, incluso por hacerla desmayar - Y en ese momento mi mundo se detuvo, ¿en serio acaba de decir lo que creí oír? ¿Enserio estaba diciendo que él provocaba mis desmayos? -.

_¿Eres el que hacia los susurros? - Él hizo un gesto nervioso como si hubiera dicho algo que no debía decir, como si lo que dijo fuera un secreto-.

_Es... Complicado... - Rasco su nuca en un claro gesto de nerviosismo-. 

_No, no lo es, tú eres el que provocó mis desmayos, también el que hacía que mis hipnotismo no funcionarán mucho tiempo, eres el causante de todo eso, ¿cómo pude ser ciega? - Él no volvió a hablar, entonces di por terminada la charla, Sain no diría nada más y yo menos, la decisión ya estaba tomada, él se marcharía ya mismo de mi castillo-.

_ Sain, voy a pedirte que te marches, no puedo estar cerca de mi enemigo -Me miró confundido por un momento luego pareció comprenderlo y sólo pudo asentir luego hacer una reverencia, sin más comenzó a marcharse, me quedé observando como se marchaba y no le detuve, así sería lo mejor-.

Eso quería hacerme creer sin embargo sentía una gran decepción, sin pensarlo comencé a llorar, intente no hacerlo pero mis lágrimas no dejaban de salir, cuando puse mis manos en la cara pude ver que tenía lágrimas negras, algo que nunca me había pasado, me sequé las lágrimas para luego respirar hondo y salir de la sala.

_ Mamá, ¿porque papá está triste? - Me pregunto mi pequeño-. 

_No lo se pequeño, seguramente es porque dijo que debía irse del castillo - Mi pequeño sólo comenzó a llorar y correr detrás de él, eso le dolería más al niño que a mí quizás, yo perdía un sirviente de mucha confianza en su momento pero Alex perdía a un padre no podía hacer mucho, no podía aceptar el hecho de que le había mentido y traicionado.

Sain se estaba yendo del castillo pero el pequeño corrió hasta él abrazándolo por detrás, él no se movió ni un poco mientras Alex lloraba diciéndole que no le dejara sólo, en ese momento este de agachó y le susurro algo al oído que no logre escuchar, el pequeño sólo le miró y asintió, Sain me miró por última vez, sin expresión alguna para luego marcharse.

_¿Qué te dijo papi? - Le pregunté ahora yo a él

_Es secreto mami - Sonrió con picardía-. 

_ Anda pequeño dime - Insistí teniendo mucha intriga-. 

_No - Luego de eso el niño que parecía enojado conmigo salió hacia su habitación, decidí dejarlo solo mientras yo iba a mi cuarto, una vez en ella comencé a llorar nuevamente ¿qué me pasaba? ¿Tanto me dolía? Era imposible si yo a Sain sólo lo veía como un sirviente y nada más, era imposible que lo viera de otra forma-.

Sin embargo mis lágrimas negras no dejaban de salir y no las podía contener. Sólo pude hacerlo cuando mis ojos se pusieron rojos por las ganas de tomar sangre, entonces corrí hasta una de las celdas de un chico de pelo negro al igual que sus ojos, por un momento me hizo acordar a Sain sólo que al parecer él si tenía ojos claros, así como oculto su presencia oculto muchas cosas.

_¿Necesita algo? - Pregunto al verme entrar-. 

_ Sí, necesitó una noche contigo, ¿puede ser? - Él sólo sonrió de costado, él llevaba dos meses en esa celda, al principio no le gustaba estar aquí pero con mis visitas a menudas y con el tiempo él se acostumbró.

Comencé a acercarme hacia él mientras  se paraba de su cama, comencé a besar su cuello escuchando leves gemidos de su parte y sin avisar mordí su cuello haciendo que este soltara un grito medio ronco en mi oído, pero cuando este quiso avanzar más callo de golpe, por lo que me sorprendí siendo que no tome mucha de su sangre, entonces recordé los susurros, mire hacia atrás, pero ahí no había nadie por la cual me aburrí y me marché.

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Holas, perdon si subo un poco tarde, empecé el colegio, como verán Andaré un poco ocupada y hasta cansada, de hecho escribo este capítulo con los ojos casi cerrados, espero sepan valorar el esfuerzo y sepan disculpar si tardo ^^

La Tirana °Editando°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora