|Fuente de sangre|

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Desperté de golpe al día siguiente sin saber cómo fue que termine dormida, tampoco como termine en la cama de una habitación que no conocía, la razón por la cual me desperté así de golpe fue por que comencé a sentir un olor a sangre, era sangre de un dulce olor, sin embargo se sentía que había mucha cantidad, lo que es técnicamente imposible, a no se que...

*Oh no mis padres me están buscando y están muy cerca* pensé aún más aterrada por el echó de que estarían enojados por que huí.

Eso sin contar que quizás Sain estaría con ellos, y él era a quien menos me quería cruzar, era un maldito traidor, además de eso aún tenía deseos de matar a Xavier, fue en parte su culpa el que Sain me hablara de esa forma a mi y el pequeño.

*Se arrepentirá, y yo no lo haré* pensé con puro odio y resentimiento.

Pasaron unos minutos en la cual aguarde completo silencio y me mantuve oculta pero sin embargo ese delicioso aroma no desaparecía, me parecía demasiado raro, ya quedó si fueran los guardias de mis padres que estaban buscándome, es difícil imaginar que se queden en un solo lugar. Decidí ir a investigar, no quedaba de otra, de toda forma el olor tan dulce comenzaba a tentarme, tanto así que mis ojos ya estaban rojos. No pude controlarme y por instinto corrí hacia el lugar de donde provenía ese magnífico olor a sangre. Al llegar mis ojos volvieron a la normalidad debido al shock que produjo ver lo que estaba enfrente mío, era imposible, sin embargo hay estaba lo imposible frente a mis ojos.

*Una fuente de sangre* pensé fascinada y al mismo tiempo sorprendida.

Comencé a acercarme con mucha desconfianza, ni bien podría ser real también podría ser una trampa, no debía dejarme engañar, menos con algo que parecía tan irreal como esa fuente, a la cual no sentí hasta ahora. Apreció extrañamente de la nada, a penas la note cuando desperté, lo que lo hace muy difícil de no creer que es una trampa o una simple ilusión, sin duda alguna no podía creer lo que estoy viendo, menos cuando está en juego no sólo mi vida, si no también la de mi preciado bebé, no dejaría que nada le ocurriera a él.

*No caere tan fácil, (me creen tan tonta?* pensé algo molesta por el echó de insultarme de tal manera, esto es un insulto.

Aguarde unos minutos de silencio viendo hacia la fuente, esperando para ver si alguien se decidía a salir para atacar o algo por el estilo, lo que fue en vano. El aroma comenzaba a tentarme mucho, me sentía tentada y atraída por aquella fuente, incluso mi apetito volvió, por la cual no me quedó más remedio que ir y beber un poco.

*Deliciosa* pensé abriendo muy grande mis ojos y sin poder parar de tomar aquella delicia de color carmesí que tenía esta extraña fuente.

Sentí unos pasos por detrás mío por la cual me puse en posición de defensa, sin embargo no pude ver que alguien además de mí, estaba completamente sola, seguí tomando una vez que comprobé por completo el echó de que estaba sola. Sin más que hacer decidí que debía aprovechar la misteriosa fuente, ambos la necesitábamos.

Tome como si no hubiera un mañana, para cuando me llene sentí mi panza volverse más grande, ahora se notaba mucho más. La fuente que contenía mucha sangre, continuaba exactamente igual, lo que tome no hizo la diferencia, esta continuaba llena.

*Si sigue así, nacerá dentro de tres semanas* pensé con esperanza de que esa fuente continuará así, para poder hacer que mi bebé naciera más rápido.

*Falta poco pequeño* toque mi vientre.

No podía creerlo, mi suerte comenzaba a cambiar, ya pronto nacería mi niño o niña, pronto tendría ese pequeño ser inmortal en mis manos, una vez que el nazca será muy difícil que muera, yo por mi parte lucharé a su lado siempre, seremos yo y él contra el mundo, más precisamente contra los hermanos de mal, planeo vengarme de el príncipe negro y de Sain, ambos hicieron de mi vida un caos, de lo cual lo único bueno que puedo sacarle a esto es el pequeño que llevo en mi vientre ya más notorio.

La Tirana °Editando°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora