Como había sospechado cayó nieve, estaba bastante frío para los sirvientes y prisioneros, a comparación de las otras veces ahora la nieve se había acumulado mucho.
Como la dueña del castillo debía hacer que todos se pusieran abrigos, sería muy malo si alguno se llegara a enfermar. Sobre todo los prisioneros, así que mandé a que hicieran unos arreglos, así los prisioneros no sufrirían tanto, después de todo estaban ahí para darme sangre.
_ Majestad, ya todos estamos abrigados, también se están encargando de calentar el castillo - Me informo Sain-.
_ Gracias, Sain ¿sabes dónde está Alex? - Le pregunte curiosa-.
_ Creo que lo vi jugando afuera - Respondió sin certeza-.
_Ya veo, iré a ver - Le avise al tiempo que me encaminaba hacía la salida-.
_ Por cierto, ¿sabes que me dijo papá? - Me frene y voltee a verlo-.
_¿Es cierto? - Le pregunté-.
_Es chico aún, supongo que necesita dos figuras paternas, y nos ve como tales - Me aseguro-.
_¿Entonces seguirás su juego? - Él se acercó hasta a mi haciendo que sienta algo extraño, como un pequeño nerviosismo-.
_ Sólo si la madre quiere - Estaba muy cerca podía sentir su respiración-.
_Yo no tengo problema - Mire a otro lado y me dirigí a la salida, no sin antes escuchar la risa de Sain, ese hombre se estaba burlando de mi-.
*Que detestable* pensé mientras buscaba a Alex.
_¡Alex!, ¿Dónde estás? - Seguí buscando pero no lo encontraba ya comenzaba a preocuparme, hacía una semana más o menos, me había acostumbrado a verlo siempre hay, tanto que era imposible no imaginar verlo correr por las escaleras y haciendo pequeñas maldades a las sirvientas, ver como ellas les corrían por todo el castillo para que se diera un baño, era encantador-.
Por eso comencé a correr intentando sentir su aroma, corrí bastante lejos y no lo encontraba.
*Rayos, ¿pequeño donde te metiste?*
De pronto comienzo a sentir risas, son risas de Alex estoy segura, camine hacia donde provenían las risas y la escena me dejó perpleja, mi tía estaba jugando con el.
_Esto no puedo creerlo, mi tía que odia a los niños está jugando con uno - Dije cuando llegué lo suficientemente cerca de la escena-.
_ Oh, querida que gusto verte, verás es uno de mis tantos cambios - Me dijo con arrogancia-.
_ Ser vampiro te sienta bien tía, aunque supongo que no estás aquí para desearme suerte en mi vida - Me crucé de brazos-.
_¿Siempre esperas lo peor de mi, Amira? - Puso una mano en su pecho con un leve toque dramático-.
_ Desde que tengo memoria siempre me hiciste saberlo - Le recordé-.
_ Entiendo, pero la verdad estoy acá porque quiero darte las gracias - Me quede pensando porque ella debería darme las gracias, luego recordé que arriesgue mi vida para salvarla a ella y a su muchacho-.
_ Descuida, así está bien - Le reste importancia al asunto-.
_ No enserio, quiero darte las gracias por hacer que Eric viviera eternamente, que sea siempre su esclava y que me hayas quitado todos los porcentajes de que sea reina, si gracias - Yo me reí, aún que mi tía estaba intentando disculparse le salían puros reproches, al ver como me reía se puso a jugar con la tela de su vestido-.
_¿ese es un gracias? - Le pregunté porque tenía mis dudas-.
_ Bueno al menos lo intente, sin embargo si debo darte las gracias, Eric es tan bueno conmigo que te puedo decir creo que lo quiero - Me comenzó a contar sobre su vida-.
_¿Tú hablándome de esto? Y yo que pensaba que las cosas ya estaban raras - Ambas nos pusimos a reír, ¿qué nos pasaba? Nunca nos quisimos y ahora estábamos riendo juntas, ni siquiera reíamos, pero extrañamente ambas nos sentimos bien juntas, ¿será que ambas nos libramos del peso de la realeza? Esta bien que yo sigo siendo princesa heredera y ella es princesa-.
Pero es como si se sintiera mejor saber que tendremos una eternidad para superar todo.
_ Bien, debo irme - Le dije haciendo que Alex me mirara-.
_ Mami - Este corrió hasta mí y me abrazó las piernas con mucho cariño-.
_¿Te dijo mami? - Pregunto sin poder creérselo-.
_ Sí, sus padres lo abandonaron y ahora cuidó de él - Le conteste-.
_ Será mejor que lo cuides bien, ahora se que tienes un punto débil - Me informo viendo todavía al niño-.
_¿Estás queriendo decir que atacaras al niño para herirme? Sabes que él es humano, morirá cuando crezca - Le recordé-.
_ No le atacaría, te envidio por conseguir un niño tan agradable, sin embargo ese punto débil lo pueden usar más de una persona, tómalo como un consejo de tu fiel rival -Diciendo eso se marchó, y yo hice lo mismo con Alex, ella por más que no quisiera tenía razón, quizás no fuera ella la que atacará, pero si podrían ser otros que me odien-.
_Papi - Apenas entramos a la casa Alex vio a Sain hablando con unos sirvientes indicándo que hacer, como él era el de mayor confianza le pedía que se encargará de algunas cosas-.
_ Hola pequeño - Yo pensaba que Sain actuaría de una forma fría, pero extrañamente tenía una sonrisa cálida, una que nunca había visto en nadie-.
*Este pequeño logra maravillas* pensé al momento que sentía que alguien golpeaba la puerta y un sirviente le abría.
_Señorita, el Conde Nicolás está aquí - Me informo-.
_Señor Nicolás, que gusto es tenerlo nuevamente por aquí - Mientras lo saludaba pude sentir la mirada de Sain, Alex estaba a su lado tomado de su mano mirando la escena también, cuando voltee estos se veía exactamente igual, sus caras estaban serias-.
_Es un gusto verlos a ustedes también Sain y Alex - Dijo notando su presencia-.
_Papi, ¿jugamos? - Le pregunto el pequeño-.
_Claro sería un placer - Diciendo eso e ignorando a Nicolás ambos se fueron, él me miró curioso cómo sin saber que les había dicho de malo, yo solo negué y lo guíe a la sala de té-.
_¿Tomaremos té? - Le pregunté-.
_A no ser que te guste más que la sangre - Ambos comenzamos a reír, hace poco había ocurrido algo que hizo que sea más propensa a reír y tener emociones-.
- Flashback -
_ Mami, mira se ve lindo desde aquí arriba todo el paisaje - Yo sólo observaba y no decía nada, hace dos días que sacó a Alex fuera del castillo, pero aún que él se divertía yo seguía pensando que era peligroso que huyera. Sentí un grito y me voltee aterrada, ¿cómo pude ser tan tonta? El pequeño era tan curioso que se acercó demasiado y cayó por el acantilado pequeño que había. Escuchaba sus gritos y esto hacía que me desesperara más, me había tirado yo también, estaba cayendo intentando atraparlo pero cada vez se alejaba más y justo en el último momento logré atraparlo, lo abracé y pisé una roca haciendo que esta me ayudara para volver a subir.
_¿Estás bien? - El pequeño no respondió sólo lloraba, eso me hizo ablandar un poco pero no quería hacerlo-.
_ Tenía miedo mami - Diciendo eso se agarró más de mí y yo pude suspirar dejando que todo saliera, un suspiro que me relajó-.
- Fin Flashback -
Las respuestas a que mi corazón cada vez se ablandaba más era ese pequeño, eso era el peligro más grande.
ESTÁS LEYENDO
La Tirana °Editando°
VampirosElla era una cruel princesa de aristocracia, hermosa pero de un frío y cruel corazón Quién podría siquiera haber pensado que por el error de un vampiro ella terminaría siendo convertida. Terminará siendo una eterna Tirana. © Esta novela tiene der...