Cuando llegué al castillo comencé a buscar el espejo, al encontrarlo inconscientemente le grite preguntándole lo que tanto necesitaba saber:
_¿¡Dónde está Alex!? - El espejo tan sólo me mostró una zona del bosque donde un niño con cabellos rubios yacía con una rodilla en el suelo y vestido de caballero enfrente de un hombre que no podía ver-.
Sin pensarlo más comencé a correr hacia esa dirección, tenía que encontrarlo. Al encontrar el lugar la escena me paralizó, el hombre sostenía una espada la cual comenzó a levantar lentamente y mirando a Alex quien seguía inmóvil en el suelo, el hombre comenzó a bajar la espada cuando sin esperar la situación corrí gritando hacia el para que no matara al pequeño.
_¡¡No toque a Alex!! -El hombre se alejó muy rápido esquivando mi ataque-.
Este se dispuso a mirarme muy serio y enojado, luego su vista se plantó en Alex y sonrió, yo no entendí su gesto hasta que voltee para verlo. El pequeño estaba ya de pie apuntándome con su espada, tenía la mirada en dirección al suelo pero cuando la levantó me miró con un profundo odio, me estremecí al saber que ese niño, mi pequeño me miraba así, entonces la voz del hombre hizo eco en mis oídos.
_ Parece que ese niño no quiere más que matarte, pensaba matarlo como pedido de su majestad Edgard, pero esto es aún mejor, el niño decidió unirse a nosotros, incluso la ropa pequeña que llevaba de mi pequeño le encontró a la perfección - Hablo con una sonrisa ironica-.
_¿Por qué lo hiciste vestir con esas ropas de tu hijo? - Pregunte mirándolo ahora muy enojada, ese niño era su hijo, no de él-.
_ Mi hijo murió hace meses, por eso siempre llevo su ropa conmigo, ya que su deseo era ser guerrero como yo, por desgracia fue asesinado por los vampiros como tu - Apretó la mandíbula luego volvió a hablar-.
_ Alex me recuerda a él y mucho, por eso cuando me dijo que quería ser como yo no me negué - Hablo con simpleza ante la situación presenciada-.
No quería seguir viendo a ese hombre, ¿no entendía que ese niño no quería irse con él sino quedarse conmigo? Seguramente lo estaba distrayendo o directamente estaba interesado en la ropa, volví a mirar a Alex que recién ahora notaba que tenía el pelo cortado además de el traje, su mirada seguía muy seria entonces decidí romper el silencio.
_ Alex, pequeño la ropa te queda muy linda, pero debemos volver al castillo, mami se preocupó mucho ya no es hora de juegos, baja la espada - Él seguía sin reaccionar, estuvimos envueltos en un silencio nuevamente, el hombre miraba a Alex al igual que yo esperando su respuesta-.
_No, tú no eres mi madre, tú me usabas para tomar sangre de mi, eso no hace una mamá, no iré contigo a ninguna parte, vete antes que te mate, vampiro - En ese momento mi corazón se rompió.
Este niño habla ahora como adulto, pero aún peor me estaba amenazando y alejando de su lado. No podía reaccionar, ¿de verdad me odiaba? Recordó todo lo que hice, el hipnotismo se rompió, más todo lo que pasó él sólo me odiaba.
_ Alex, no digas eso lastimas a tu mamá, vamos al castillo, vamos a nuestro hogar - Sain apareció por detrás entonces la cara de Alex pareció ablandarse un segundo luego recordó algo y volvió a su cara anterior, sólo que esta vez con lágrimas-.
_ No, no pienso hacerlo, tu me llevaste a ese infierno, por más que llore diciendo que me lleves a casa nunca lo hiciste - Entonces quedé confundida, ¿hace cuánto Alex le había pedido eso a Sain? Me sentí mareada por unos segundos nada más pensando eso, por su lado el pequeño volvió a hablar-.
_ Hoy cumplo ocho años, nunca lo notaron ninguno de los dos, pero soy medio vampiro, mi madre era humana y mi padre vampiro, ella murió al darme luz, mientras que él me abandonó en el bosque porque sabía que lo matarían por traerme a este mundo - Eso explicaba su cambio de apariencia-.
Sin embargo nunca sentí una presencia como la que dice, sólo pude ver que crecía muy rápido, aún que en el último tiempo él se alejaba y costaba verlo además de que siempre andaba ocupada como para notarlo.
_ Alex, ¿de que estas hablando? - Dije tratando de entender un poco mejor lo que él está queriendo decir-.
_De que tengo el poder de ver todo desde el momento en que nací, digamos que es un don especial que nadie conoce, algo parecido a lo que Sain tiene. Sobre lo que me dijiste Sain, me opongo, yo no cuidare de esa princesa, mi príncipe es sólo Edgard -Me miró más serio aún y comenzó a pensar que decirme, una vez que tuvo las palabras las soltó con veneno en ellas - No te considero mi madre ni mi princesa, para mi solo eres mi enemiga, lucharé para matarla y acabar con todo esto-.
Diciendo esto último el hombre con capa negra y armadura se acercó a él y ambos desaparecieron junto con un humo negro que el hombre esparció, no pude creerlo sólo pude dejarme caer sobre el pasto mirando incrédula hacia donde se había ido Alex. Me habló como un adulto, por lo que dijo, tiene ocho, ¿cómo no pude notar como creció tanto? ¿Cómo no pude notar que me había comenzado a odiar? Tenía tantas dudas en mi cabeza, sólo pude mirar al suelo y sentir cómo las lágrimas comenzaron a salir.
_ Tranquila princesa, todo estará bien - Por un momento pensé en echar a Sain que estaba arrodillado a mi lado pero lo único que pude hacer fue lanzarme a sus brazos-.
Él me correspondió al abrazo algo extrañado luego ya con más confianza, yo lloraba en su hombro mientras mi corazón poco a poco se iba cerrando de nuevo y mi odio se hacía grande, muy grande, odiaba al príncipe, pero sobretodo al niño que me traicionó, yo le di todo, para que me pagara así.
_¿Estás bien? - Pregunto luego de un rato-.
_ Sí - Respondí seca mientras me levantaba-.
No quería hacer nada más pero de la nada sentí un susurro en mi oído y sentí como mi cuerpo se caía al suelo. El maldito de Sain había vuelto a usar su don, según lo que pude averiguar con la ayuda de Nicolás, quien me quería avisar de quién era en realidad, todo por haber revisado mis recuerdos. Habíamos descubierto que él tenía un poder parecido al hipnotismo sólo que era más raro y más eficiente, con sólo susurrar una palabra la persona hacia exactamente lo que le decías, tenía poder sobre cualquier persona u vampiro, también podía hacer otras cosas pero no supimos exactamente que, pero al saber lo que necesitaba dejamos la investigación.
Desperté en mi cama como siempre, tenía mucho enojo, odiaba cuando hacía eso, me senté en la cama y para mi sorpresa él estaba en la oscuridad, mirándome con unos ojos tristes, que no logre comprender.
_¿Por qué haces eso? No me gusta desmayarme - Le respondí sin mirarlo-.
_ Lo siento, es que me gusta cargarte hasta acá y verte dormir - Por mi mente pasaba la palabra acosador y pervertido pero no las diría, no tendría caso-.
_¿Sabías lo de tu hermano? - Pregunte lanzándole una mirada muy fría-.
_¿Qué quería matar a Alex? Sí lo sabía, él me pidió que lo hiciera, pero me negué - Contesto rompiendo la conexión de nuestros ojos-.
_¿Por eso estuviste cerca mío todo el tiempo? - Me senté en la cama-.
_ Exacto, acertaste -Él se sentó en mi cama sin quitarme la vista, yo por mi parte extrañamente necesitaba de él, fue así que comenzamos a besarnos, y pasar una noche juntos-.
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Holaaa, bueno es obvio lo que pasó sólo que no quiero dar tantos detalles, no quiero que esta novela sea de ese tipo por esa razón no hice escenas de adultos ni lo puse para ellos. Sin embargo en mi siguiente novela quizás lo haga, cuando termine esta claro.
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La Tirana °Editando°
VampirosElla era una cruel princesa de aristocracia, hermosa pero de un frío y cruel corazón Quién podría siquiera haber pensado que por el error de un vampiro ella terminaría siendo convertida. Terminará siendo una eterna Tirana. © Esta novela tiene der...