La Tirana °Editando°

Profunda confusión

La persona que se encontraba atrás de Alex abrazandolo en signo de protección no era ni más ni menos que un espejismo, sin embargo era tan real que Sain comenzó a derramar algunas pequeñas lágrimas que su hija nunca había visto en él.

_ ¿Amira?... - Dijo suavemente el nombre de su amada al tiempo que la muchacha  que estaba abrazando a Alex  se volteo para verlo - ¿Eres tu?

Pero esta no le respondió, en lugar de eso apretó aún más fuerte el pecho del chico mientras su mirada estaba clavada en Sain. Por otra parte la hija de ambos solo observaba perpleja la situación actual, puesto que supuestamente su madre había muerto cuando apenas era una niña y al ver a su padre llorar la dejó fuera de lugar-.

_ Ella no es quien tu crees Sain - Respondió Alex con una sonrisa - Ella fue creada a partir de varios sacrificios de mujeres muy bellas, sin embargo no es una persona ni tampoco un vampiro, es solamente un espíritu que hicimos para usar como escudo.

Sain quedo helado sabía bien a que se refería con eso y más que enojarse sintió asco por lo que estaba ocurriendo en el castillo de su hermano, su antiguo hogar. Katherine no entendió bien que habían hecho con el cuerpo de su madre por eso exigiría la respuesta.

_ ¿A que te refieres con eso? - Dio un paso al frente provocando que Amira tirara de Alex hacia atrás - Dime que has hecho con mi madre-. 

La mirada que tenía en este preciso momento les recordó a Sain y a Alex  el increíble parecido que tenía con su madre, esa frialdad de nacimiento provocó que un escalofrío en la espalda del joven.

_ Bueno preciosa te lo contaré con unas simples palabras - Se soltó de Amira y tomó del mentón a Katherine provocando que esta se enojara-. Tomamos el cuerpo de tu mami y la dejamos en un calabozo hasta que juntamos diez  mujeres hermosas a las cuales matamos para poder usar esas almas y traer a la de Amira de nuevo a la "vida" - Hizo comillas con los dedos -. Te digo así porque literalmente ella sigue muerta pero su alma está rondando nuevamente el mundo de los vivos-. 

La joven ahora entendiendo la gravedad del asunto abrió levemente la boca y le golpeó en la mejilla con mucha fuerza provocando que este le soltara el mentón.

_ Son unos monstruos - Dijo con asco total mirándolo con odio-. 

Alex comenzó a reír como un demente.

_ Oh no querida, el monstruo es esta mujer a la que llamas "mamá" - La señalo - Pero descuida ahora que está aquí en esta forma espiritual nos pertenece y protege, si alguien nos quiere hacer daño ella se pondrá en medio aunque  le duela y lo bueno de todo esto es que es eterno - Continuó riéndose en la cara de ella-.

Tanto Sain como ella se sentían inútiles y solo pudieron apretar sus manos convirtiéndolas en puños, pero a comparación de su padre, Katherine sabía que debía detenerlos para lograr evitar que siguieran haciendo estas locuras o morir en el intento.

_ Se acabó, Alex te declaro la guerra - Logró hacer que este dejara de reír y le prestara su atención - No espera - se corrigió - Les declaró la guerra a todos los aliados del príncipe negro.

_ ¿Estás diciendo eso enserio? - La miró con una sonrisa burlona-. 

_ Lo digo muy en serio. 

Ambos hicieron una guerra de miradas serias que terminó en un empate.

_ Bien le avisare a mi gente que tienen otra gran guerra - Dijo irónico para luego mirar a Sain - Parece que tu nunca te libras de las mujeres firmes, mandonas y sobre todo hermosas - La miró de arriba abajo - Bien me iré espero la guerra no te rompa las uñas princesa.

Diciendo eso ultimo tomo a Amira en brazos y desapareció, dejando a Sain un vacío nuevamente. 

_ Ire a buscar unos viejos amigos que nos ayudara - Le avisó a su hija y se fue también-. 

Dejándola sola mientras miraba los árboles por donde se había ido el chico se robo su cariño, sus risas y su corazón. 

(°°°)

_ Papá, ¿quiénes son todas estas personas? - Preguntó mirando a muchos vampiros en la entrada de su casa -.

_ Son antiguos amigos, dejame presentarte a los más importantes - La siguió hasta un chico que reía con otros vampiros - Él es Edward te salvo de la muerte cuando eras bebé-. 

Cuando ella tocó su mano le vinieron los recuerdos de ese día, incluso de los momentos en el cual este le hacía reír.

_ Cómo olvidarme de él si es mi tío controlador del clima - Comenzó a reír por las bromas que le hacía Edward de pequeña-. 

_ Eran la única forma de hacerte reír - Le saco la lengua este-. 

_ Ella era la tía de tu madre, Alia - Presento a un mujer muy bonita con el pelo rubio y labios pintados de un rojo intenso, está nuevamente al tocar su mano tuvo recuerdos de ella-.

_ También me acuerdo de ti, me decías "laucha" y no querías que te tocara con mis manos sucias - Se cruzó de brazos mirándola con los ojos entrecerrados-.

_ ¿Qué esperabas que hiciera? - Puso una mano en su pecho - Si ya me habías arruinado unos hermosos vestidos, ¡mis favoritos! - Dijo dramáticamente-. 

Esta se rio acordándose de ese día, pero luego de unos segundos cambió su mirada divertida por una de completa seriedad. 

_ Bueno vayamos al grano, ¿saben porque los hemos traído hasta acá? - Muchos asintieron y otros respondieron con un "sí" - Perfecto, eso me ayuda a acortar mucho las palabras, amigos necesitamos de su ayuda nuevamente como hace unos cuantos años atrás - Miro a todos los presentes - Así como ayudaron a mi madre yo estoy aquí para pedirles su ayuda nuevamente.

Muchos de los presentes se pusieron a hablar por lo bajo y otros prestaban atención a las palabras de la joven.

_ Nadie los obliga, sin embargo los necesito - Miró a su padre - Los necesitamos para poder acabar con el príncipe negro y sus actos abominables. Ellos tienen cautiva el alma de mi madre ya fallecida y eso es más que suficiente para querer matarlos, ahora diganme, ¡¿Quien esta conmigo?! - Grito provocando que todos también gritarán en signo de aprobación y haciendo ovaciones-. 

_ Me recuerda a su madre - Le susurró Edward a Sain-.

_ A mi también - Estuvo de acuerdo Sain al tiempo que todos le aplaudían a su hija y él la miraba con orgullo-.