|Casi juntos|

2.7K 208 0
                                    

Tenía mucha sed de sangre, desde hacía tres días no bebía sangre, desde que Alex vio los calabozos. Esa no era la única razón, estaba también el hecho de que estaban demasiados débiles y debían descansar mucho y comer bastante, pero aún así tomaría unos dos días más en que sus cuerpos vuelvan a estar fuertes, tenía tanta sed que pensé más de una vez atacar a los sirvientes o incluso a Alex.

_ No lo aguanto más - Grite con las manos en mi cabeza mirando hacia arriba-.

Podía sentir mis ojos ya rojos hasta mis deseos de sangre, sin poder controlarme comencé a caminar en dirección a la habitación donde Alex jugaba, él ya estaba en el castillo desde hace tres meses, y yo estaba desde seis lo que uniendolo formaba casi un año sólo por unos pocos meses, seguramente no tardaría en llegar otra carta de mis padres diciendo que hiciera una fiesta para el primer año viviendo sola diciendo además que debo ver a mi "prometido".

_ No lo hagas, te arrepentirás - Cuando estaba frente a la puerta del cuarto del pequeño la voz de Sain me sacó de mis pensamientos, también deteniendo mi acción-.

_¿Qué haces acá? - Respondí haciendo un gran esfuerzo para no atacar y tomar su sangre-. 

_ Evitar que cometas una locura, si tienes sed puedes tomar mi sangre - Me habló tranquilamente-. 

_ Me rehusó, no pienso tomar la sangre de un traidor como tú - Le escupí esas palabras ignorando el hecho de estar muriendo a falta de sangre-. 

_ Pero prefieres la sangre de un inocente como Alex, que además se asustaría y recordaría lo que le hiciste olvidar - Él tenía razón, el muy maldito tenía razón-.

 yo hice que Alex olvidará el día que entró al calabozo llorando o que yo tomé su sangre mientras decía que le dolía llorando hasta caer desmayado, había hecho olvidar todo eso, sin embargo si llegara a hacer lo mismo el hipnotismo seguramente se rompería y me temería más de lo que me teme.

_ Puede que tengas razón, pero me sigo rehusando a tomar tu sangre - Suspiro muy profundamente como sabiendo que diría eso pero que no pensaba que sería difícil, eso dio a entender con sólo un suspiro y sus ojos cerrados, pronto los abrió para luego hablar otra vez-.

_ Tengo una presa, no es humana pero te satisfacerá lo prometo - Dudaba de sus palabras pero mi hambre se hacía cada vez más incontrolable y esto terminaría muy mal-.

Asentí como dándole entender que quería que me mostrara el camino, él sólo se movió muy rápido hacia detrás de mí donde había una ventana al final del pasillo, me miró por última vez y saltó, cuando callo yo le seguí por detrás, comenzamos a correr por el bosque. Pude sentir un olor a sangre particular, no era de humano ni de vampiro eso era más que seguro.

*¿Un animal?* pensé cuando llegamos y vi a un reno.

_¿Qué se supone que debo hacer con eso? - Pregunte incrédula-. 

_Es una pregunta muy obvia, ¿no crees? - Respondió muy obvio girando sus ojos-.

_ Sí, lo es pero de verdad no se si esa sangre vaya a gustarme - Mencioné con una mueca de asco-.

_ Vaya, si que sabes cómo causar problemas - Dijo con un suspiro de cansancio-. 

_ Mejor trata con respeto a tu princesa - Hable defendiendome con los brazos cruzados-. 

_ Por si no lo recuerdas no eres más mi princesa, soy un hombre libre, sólo hago esto por el niño, no por ti - En ese momento su voz sonó muy fría, hasta su mirada se veía fría, sus palabras dolieron pero no pensaba dejar que eso me afectará, después de todo él sólo era un traidor, un mentiroso que aleje de mi vida y castillo-.

_ Tienes razón, ¿a qué sabe ese Reno? - Sain no respondió mi pregunta sólo lo señaló y mordió su cuello bebiendo el líquido que chorreaba por su cuello, cuando terminó volvió a señalar-.

_Es rica, nutritiva y satisfacerá tus sed por sangre, estoy compartiendo mi presa, no causes más problemas y bebé si es que no quieres perder el control y tienes hambre - La verdad es que tenía razón, odiaba admitirlo pero necesitaba sangre con urgencia-.

Sin discutir más comencé a beber, cuando probé un poco comencé a desesperar, bebiendo con más fuerza y brusquedad, Sain no se quedó mirando al contrario se puso a tomar a mi lado cuando me llene me senté viendo como él seguía tomando, mis manos estaban rojas por la sangre del reno, me desespere tanto que termine metiendo mis uñas en su cuello. Al parecer Sain también estaba un poco desesperado porque su boca estaba manchada de rojo al igual que la mía seguramente ya que la sentía húmeda.

_ Debo admitir que fue delicioso - Dije sincera mientras tomaba ese rico líquido-. 

_ Lo es, algunos vampiros viven de esta sangre, claramente no da tantas energías como la de humano pero también es más sana - Nos quedamos viendo un rato largo sin saber que decir o hacer hasta que sentimos que alguien se acercaba-.

Ambos nos paramos de golpe y comenzamos a ver hacia la dirección de donde venía el ruido, Sain estaba detrás mío, sin antes poder reaccionar pude ver el cuerpo pequeño de Alex, ese pequeño que próximamente cumplirá los seis años, estaba de pie con una cara de horror plasmada en su rostro, me quede helada al verlo. Cuando quise decir algo o siquiera acercarme a él comenzó a correr lejos de mi, yo mire a Sain que estaba igual que yo, este me miró y cuando iba a decir algo lo mire fríamente y corrí detrás de Alex.

Corrí por todo el bosque pero no había rastro de él, no lo podía encontrar, seguía cubierta de sangre por lo que decidí ir a lavarme la lago que había cerca de mi castillo, al correr hasta ahí fui a lavarme.

_¿Cómo llegó hasta ahí? ¿Cómo pude me descuidar tanto así? - Me dije sin creerlo-. 

*Inútil* pensé enojada conmigo misma.

Al estar sola comencé a preguntarme esas cosas, sin dejar de pensar que soy una inútil, una vez que termine de lavarme me senté viendo mi reflejo.

_¿Por qué las cosas me va tan mal con Alex? - Le pregunté a mi reflejo sin esperar respuesta, sin tan sólo hubiera sentido o olido que Alex estaba cerca-.

Sin tan sólo no me hubiera concentrado en el olor que tenía la sangre del Reno, tal vez podría haber hecho que Alex no se asustara así... Me pregunto cómo habrá llegado hasta hay, ¿acaso alguien lo llevó?

Estaba tan llena de dudas que no podía responder como también el hecho de que lo busque pero no lo encontré por ninguna parte.

*El espejo* pensé de repente recordando que al menos podría servir.

Era mi única opción si quería encontrarlo, de todas formas no perdía nada intentándolo, estaba segura que si no lo intentaba me tomaría todo un día encontrarlo o a lo mejor más, siendo que el bosque es grande, hay muchos olores distintos además de que se hacía de noche y era peligroso para un niño chiquito. Sin pensarlo más comencé a correr rezando para que no le pasara nada y pudiera encontrarlo rápido.

______________________________________

Holaa, gracias por leer, quisiera dedicar este capítulo a una fiel lectora a quien agradezco de corazón que esté siempre leyendo también apoyando mi trabajo, muchas gracias ItzelNoriega y gracias a todos aquellos que lean mi novela, de verdad lo agradezco.

La Tirana °Editando°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora