|No me compares|

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Con los sucesos de los últimos días estaba muy cansada, entonces fui a tomar un descanso a la orilla del arrollo, el mismo que encontré el primer día en mi palacio, estaba muy tranquilo me estaba ayudando bastante para relajarme. Hoy no llevaba uno de mis típicos vestidos de princesa,tenía una vestimenta distinta, la cual era más cómoda para todo incluso correr.

Como nunca había usado otras ropas además de mis vestidos mande a una de las sirvientas para que fuera a comprar algo mas o menos cómodo, cuando me dio la ropa quede muy sorprendida, hacía mucho no vestía algo más que mis vestidos

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Como nunca había usado otras ropas además de mis vestidos mande a una de las sirvientas para que fuera a comprar algo mas o menos cómodo, cuando me dio la ropa quede muy sorprendida, hacía mucho no vestía algo más que mis vestidos. La última vez fue de pequeña.

Estaba tan relajada que me tire al pasto y mire al cielo, era algo verdaderamente tranquilo, me hacía sentir mejor, estaba en mi lugar de descanso.

*podría hacer aquí alguna construcción para que sea mi zona de descanso pero lo prefiero así, al natural* pensé.

Pero, ¿podría ser siempre mi zona de descanso? No quería imaginar que algún día lo dejará de ser pero hay que estar pendiente de todo, mucha gente aprovecha cuando los enemigos están indefensos para luego atacarlos y en muchos casos matarlos. Simplemente yo no seré una de esas personas, en más debo comenzar un entrenamiento para estar preparada para cualquier situación.

_¿Qué haces aquí? - Pregunte sin ninguna expresión-. 

_ Veo que mi presencia le molesta, lo lamento señorita - Contestó algo dolido-.

_Has como quieras, pero no perturbes mi paz, es lo único que te pido Nicolás - Este me tiro una sonrisa mostrando sus dientes lo cual ignore y me gire colocando un brazo en mi cabeza, pude sentir como Nicolás se acostaba al lado mío, no decía nada seguramente por no romper la paz, lo que agradecí colocándome otra vez mirando al cielo, se sentía bien, aunque fuera invierno estaba muy lindo el clima, de haber hecho frío seguramente ni lo sentiría, ser vampiro es más vacío de lo que había pensado. Así viviré eternamente, a no ser que me maten cuando comencé a enloquecer de aburrimiento y ataque la aldea. Sin pensarlo solté un fuerte suspiro-.

_¿Pensando en cosas difíciles? - Habló luego de un rato de silencio-. 

_ No te incumbe - Conteste con los ojos cerrados-.

_Se que no, ánimos bonita, no te pongas gruñona - Comencé a ignorarlo cantando mi canción de la infancia, me la enseñó mi sirvienta o mi "Nana" como le decía, me había cuidado desde que era una niña, pero había muerto cuando apenas tenía ocho años-.

Era a la única que le demostraba cariño, ella era la única que me entendía, cuando murió y ocurrió lo del vampiro comencé a volverme fría, muy distante y arrogante.

Sin embargo no importaba, María estaba en un mejor lugar, la haría sentir una gran decepción si no me viera ahora lo cual era mejor así. Para ambas, cuando ella murió lloré un día entero, fue la única vez que llore en toda mi vida. Recuerdo ese día a la perfección.

La Tirana °Editando°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora