C4.

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Cuando abrí el portón de mi casa en el patio seguían Bella y Marcos sentados en la mesa de el patio riendo libremente con mis papas.

- Vamos, iremos a saludarlos. - le dije a Joyce.

Estacione la camioneta y nos bajamos.

- Buenas tardes. - dijo Joyce saludando de beso a Bella y Marcos.

- Hola, nenas. - dijo Bella - ¿Que tal se la pasaron?

- Perfecto. - conocimos a dos guapísimos y nos invitaron a salir, claramente eso no se los puedo decir. - Nos la pasamos muy bien.

- Me da gusto escucharlo, Nina.

- Los vemos en un rato. - me gire para caminar adentro de la casa.

- ¿Van a salir otra vez? - dijo mi papa haciendo énfasis en otra vez.

Ya va a empezar.

- Deja a estos jóvenes con sus salidas, Sam. - dijo Marcos intentando alivianar el ambiente, y si que si lo logro. Como me caen de bien los dos.

- Bueno, suban a arreglarse. - dijo mi mama dándonos una sonrisa a Joyce y a mi.

Entramos a mi cuarto y Joyce abrió las grandes puertas de cristal que daban a el balcón.

- No se porque siempre las tienes cerradas. - dijo Joyce mientras se salía al balcón. - Desearía que desde mi casa se pudiera ver el mar así de bonito y aparte súper cerca.

Yo vivo en una privada y todas las casas de los hoteleros en la privada daban hacia el mar y las casas de enfrente no eran de hoteleros pero igual se veía el mar, sólo que no lo tenían en su casa.

- Si las abro pero luego huele a marea. - me reí.

Me metí a bañar y me depile las piernas dos veces para asegurarme que estaban totalmente lisas y así súper suaves. Cuando salí Joyce se estaba maquillando y yo apenas iba a ver que me iba a poner.

Que nervios no se me ocurre nada que ponerme, ya revise como 10 veces toda mi ropa y en 30 minutos llega Eduardo con Felipe por nosotras y yo estoy cero lista. Ya me lleva me pondré algo equis, yo que hoy tenía ganas de sentirme guapa en serio. Ya ni modo, para la próxima.

- ¡NINA, MUEVELE! - me grito Joyce tocando la puerta desesperadamente de mi closet.

- Espérame, carajo tengo un problema universal.

La verdad que ridícula me escuche diciendo eso. Lo siento.

Debería de preocuparme memos en lo que me pongo y empezar a preocuparme por los problemas de verdad que pasan a gente de mi alrededor.

Joyce creo que ya no se aguanto, abrió la puerta, se metió super rápido y agarro un vestido y unas zapatillas así en plan de 'ya esto'. El vestido era blanco así bien pegado y los tacones eran pumps negros y muy altos con el tacón grueso.

- Ponte esto. - me lo aventó, lo agarre pero ni me dejo ponérmelo.

- Espera, Joyce, me mareo. - le dije intentando que me dejara respirar pero hizo cero caso a mis suplicas.

Me jalo, me sentó en la cama, me cepillo el cabello y lo seco con mi secadora para alisarlo rápido mientras yo me pintaba, me delinee los ojos negro y grueso, me pinte la boca de rojo fuerte, me puse un poco de rubor, me pinte las cejas y me puse como mil capas de rime. Todo eso en menos de 20 minutos.

- Ya quedaste guapísima, como siempre. - dijo Joyce claramente feliz de lo que había hecho. Me choca que se la pasen diciéndome que soy guapísima y todo eso, de verdad me choca. - Ya vamos. - me intento jalar del brazo pero no me deje.

- Espérate mujer, tengo que ponerme mi vestido rápido. - en eso tocaron el timbre y sabia que eran ellos. Maldita sea todavía no estoy lista.

- Apúrate a vestirte, Nina, mientras yo ya me bajo para que tus papas ya no tengan que abrir la puerta. - diciendo eso se fue y me dejo sola.

Bueno tengo 3 minutos para terminar de vestirme.

Me puse mi vestido y en eso me di cuenta que no traía puesto bra, lo bueno que era strapless y pude meterme el bra por arriba, me puse mis zapatillas y me baje rapidísimo las escaleras que pensé que casi me iba a ir de boca.

Ahí estaba Eduardo en el ultimo escalón, me estiro la mano y me dio un beso en la mejilla. Joyce y Felipe estaban platicando en el sillón bien tranquilamente y ya era casi la media noche, hice que sonara mi tacón contra el piso de mármol para que se dieran cuenta que ahí estábamos, Felipe reacciono rápido y se paro como resorte.

- Vamonos ya. - dijo Felipe.

- Rentamos una camioneta para que estén más cómodas. - dijo Eduardo volteando a ver a Felipe.

Nos metimos en la camioneta, Felipe puso la dirección en el GPS, yo iba atrás con Eduardo, Joyce y Felipe iban adelante agarrados de la mano mientras Felipe estaba conduciendo. Llegamos a el antro, Joyce y Felipe se bajaron mientras me quede con Eduardo en el carro porque según el lo iba a estacionar porque no quería pagar ballet parking.

- Pásate adelante. - me dijo Eduardo muy tranquilamente.

Cuando me di cuenta que lo que quería no era ir a estacionar el la camioneta.

Totalmente tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora