C44.

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Alan se estaciona enfrente de mi casa.

- Me gusto mucho verte hoy. - voltea a verme y yo siento como me pongo roja.

- También a mi. - no me cabe en la cabeza cuanto me gusta.

- Quiero que quede claro que entre nosotros no debe de haber ningún tipo de secreto, sólo para evitar problemas. - repite por millonésima vez.

- Si, ya sabes que siempre podrás confiar en mi, y yo en ti.

Alan sonríe y se acerca para darme un beso.

Juntamos nuestros labios por unos segundos.

- Me gustas muchísimo. - siento como su aliento con olor a café golpea mi cara.

- Tu también, más de lo que crees. - Alan sonríe y volvemos a juntar nuestros labios.

Mi celular suena. Pf me choca, interrumpe nuestro momento.

- Perdón. - digo y el se muerde el labio de abajo.

- No te preocupes, te tendré para mi el resto de nuestras vidas.

¿Qué?

Mi corazón empieza a latir súper rápido y siento como mi sangre se pone fría.

¿El resto de nuestras vidas?

Siento como algo suena contra el suelo de la camioneta, no presto atención a que es, lo único que puedo pensar es en sus palabras.

"El resto de nuestras vidas."

Volteo a ver a Alan y tiene una sonrisa en sus labios rosados y sus ojos tienen un brillo que jamás había visto en alguien más.

- Eres el mejor. - no logró evitar sonreír a la vez que mis labios pronuncian esas 3 palabras, 3 palabras que provocan un efecto descomunal en Alan.

Toda su cara se ilumina y se baja corriendo de la camioneta.

Corre por enfrente de su camioneta y abre la puerta del copiloto, en el que estoy sentada, y jala mi mano haciéndome salir de la camioneta rapidísimo, ni sentí como si casi me cayera, porque el me envuelve en sus brazos hasta elevarme para dejarme sentada en el cofre.

Agarra mi cara entre sus grandes manos y yo agarro la de el con mis pequeñas manos.

- ¿Mañana a que hora paso por ti? - es lo único que se me ocurre decir, Alan se empieza a reír mostrando sus dientes perfectos.

- A la hora que quieras, siempre estaré para ti no importa que. - sus ojos son tan profundos en el momento en que lo dice que no me cabe duda que esta diciendo la verdad.

- ¿Seguro? - digo de broma.

- Más que nada en toda mi vida.

Juntamos nuestros labios en el beso más delicado que me han dado en toda mi vida. Es como si el sintiera que con el menor rasguño me puede romper, o yo que se, el caso es que es tan delicado que siento cosquillas en mis labios.

Los movemos muy delicadamente por unos segundos.

- Te estaré esperando. - me dice viéndome a los ojos.

- Créeme que yo más. - la verdad es que si, ya no puede esperar a que sea mañana y pueda volver a ver sus hermosos ojos.

Escucho como mi celular suena dentro de la camioneta.. Mi celular.

- Será mejor que entres, o nos podrían ver. - dice con una sonrisa en sus labios.

- Si, mejor.

Totalmente tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora