C3.

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¡Oh no! Joyce no me dijo que traía amigos. Nononono están guapísimos, seguramente ya tengo mi cara de babosa bien puesta.

Rápido antes de que estuvieran en frente de mi me pare y mi vestido blanco translucido se veía así súper sensual con mi bikini rosa fuerte abajo.

- Hola, baby - me dice Joyce y me saluda de beso -, ellos son Eduardo y Felipe - me dice indicándome quien es quien.

- Hola, tu debes de ser Nina, ¿cierto? - me dijo Eduardo con una sonrisota.

Eduardo es claro, cabello castaño y quebrado, ojos cafe, esta alto y muy guapo.

- Hay Eduardo ya sabes que si es Nina. Yo soy Felipe, soy primo de Eduardo. - bueno no están nada mal, muy buena descendencia deben de tener estos dos.

Felipe es un poco mas chaparrito, pero sigue estando mucho mas alto que yo, tiene su piel blanca y su cabello castaño muy claro casi rubio y ondulado.

- Encantada en conocerlos. - realmente lo estaba, digo están guapísimos.

- Bueno, ¿De donde conocen a Joyce? Ella nunca me había contado sobre ustedes - digo yo volteando a ver a Joyce con mirada curiosa y divertida.

- La conocimos en el verano, - claro, no hay forma de que sí quiero olvidar el verano igual alguien viene y me lo recuerda - en un campamento en la Rivera Maya, fue muy divertido. - dijo Felipe. Se sentó y me ofreció su mano para que me pudiera sentar en frente de el, obviamente le acepte su mano y el simple contacto hizo que se me pusiera la piel de gallina, que oso.

- Y como apenas empezó Semana Santa pudieron venir y pues aquí están. - dijo Joyce riéndose.

- Estaremos 8 días a ver que tal esta Vallarta, no recuerdo cuando fue la última vez que vine. - dijo Eduardo que seguía parado, que raro como no le dan ganas de sentarse, como si respondiendo a mis pensamientos - ¿Quieres ir a caminar, Nina? - Eduardo bajo su mano a la altura de mi cara para que la agarrara.

Voltee a ver a Joyce y me hizo un gesto de "tu ve, no seas tonta", regrese a ver a Felipe y me sonrió, Wow verdaderamente tiene una sonrisa perfecta.

La mano de Eduardo seguía.

- Tu ve, cariño, estaremos perfectamente bien. - dijo Joyce sonriendo.

Neta que sí quiero ir pero apenas y lo conozco.

Agarre la mano de Eduardo y el de jalo súper delicadamente para que me pudiera parar.

- No tardáremos. - dijo Eduardo con una sonrisota en su atractiva cara.

- Tomen su tiempo. - dijo Joyce haciendo un gesto de "adiós" con la mano.

Estuvimos caminando en la orilla del mar, el agua mojaba mis pies. Afortunadamente esta es una playa privada del restaurante de Carmen y no hay tanta gente como de costumbre, la mayoría esta comiendo.

Nos sentamos en la arena mojada y mientras jugaba con la arena entre mis dedos flacos, de verdad súper flacos. Eduardo en empezó a contar cosas que estoy segura que no eran cosas que debía de saber yo.

- Mis papas se acaban de divorciar.

- Lo lamento mucho. - dije verdaderamente significando lo que mis palabras decían, la simple idea de pensar en un divorcio hace que me duela el estómago.

- No tienes porque sentirlo, digo, si no fuera por ese divorcio seguramente yo no estaría aquí sentado contigo. - sonrió ampliamente.

- ¿Porqué lo dices? - no podía evitar preguntarlo.

- Porque es que como están ocupados en sus propios asuntos de el divorcio y eso me dejaron venir a aquí a Vallarta con Felipe, como que no lo pensaron mucho para decirme que sí.

Totalmente tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora