Tengo un tremendo dolor en las piernas y glúteos. De verdad me duelen muchísimo. Camino como rosada. Que oso.
Llego a mi camioneta y me cuesta muchísimo abrir la puerta. Esto duele demasiado, jamás me había dolido así algo.
Me pongo el cinturón de seguridad y pongo mi bolso en el asiento del copiloto.
Voy manejando y es la cosa más dolorosa del mundo tener que mover mis piernas. La camioneta es automática, no me puedo imaginar que nivel de dolor tendría si fuera estándar.
Abro el portón de mi casa con el pequeño control negro.
Caminar por el patio es lo peor. Voy como cogeando.
Abro la puerta y veo a mi papa sentado en el sofá enfrente del televisor y mi mama en la cocina.
- Hola, papa. - digo cuando entro a la casa.
- Hola, mi amor. - dice. Y en eso voltea. - ¿Qué te paso? - sus ojos se abrieron más de lo normal.
- El ejercicio me paso. - digo con una expresión de dolor.
Voy caminando hacia el sofá para sentarme con mi papa y en eso paso por un espejo y OMG me veo horrible. Mi cabello esta mojado y alborotado y mi cara esta roja y un poco sudada, mi ropa se ve sudada y de mi cuello escurre sudor. Que asco. Que asco. Que asco.
Me tengo me ir a bañar.
- Mejor me iré a bañar. - le digo. Cambio mi dirección y camino hacia las escaleras.
- ¿No quieres comer? - me pregunta mi mama desde la cocina.
- Si, sólo me bañare y ahorita bajo.
Es todavía más doloroso intentar subir las escaleras de mi casa.
Finalmente con todo el dolor llego a mi cuarto y me meto a el baño. Conecto mi celular, ni música pongo, y me meto a bañar.
La semana pasada fue de flojera, refiriéndome de lunes a domingo. Y hace dos semanas fue lo de Alan y hoy casualmente me encuentro con el en el gimnasio, la verdad nadie me puede engañar, eso no fue por casualidad.
Escucho que mi celular suena, pero estoy mojada así que dejaré que siga sonando.
¿Qué voy a hacer con mi vida?
No tengo la mínima idea de que quiero estudiar. Soy muy buena con la electrónica y me gusta la medicina, pero no se todavía si eso es a lo que quiero dirigir los próximos 50 años de mi vida, si es que vivo ese tiempo.
Dejo que el agua limpie mi cuerpo y relaje mis músculos tensos por el ejercicio.
No me mentiré más a mi misma. Me gusta Alan. Me gusta y mucho. ¿Cuánto tiempo más lo podré negar enfrente de el? Yo pensé que Max no se había dado cuenta, pero parece ser que somos obvios para que Max, siendo tan distraído se haya dado cuenta.
¿Qué irá a hacer Alan con su vida?
Salgo de bañarme y me enredó mi cabello en una toalla amarilla, y otra blanca la pongo alrededor de mi cuerpo. Voy directo a mi closet y agarro una pijama de cerditos. Me cambio y me vuelvo a enredar la toalla en mi cabello.
Sólo me pongo desodorante y crema desinflamatoria en mis piernas.
Bajó con muchísimo trabajo a la sala.
Mis papas están sentados juntos en el sofá viendo un programa en el televisor.
- ¿Ya te sirvo? - dice mi mama.
- Si, por favor. - le sonrió.
Mi mama se levanta y regresa con un plato de pasta con tomates chiquitos.
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Totalmente tu
Teen FictionNina tiene la vida perfecta a los ojos de sus amigos y conocidos, tiene muchos pretendientes de donde ella escogió incorrectamente anteriormente, después de eso solo se concentró en intentar olvidarlo.. Ella pensaba que ya no podría volver a sentirs...