C40.

214 9 3
                                    

- Estuviste mejor que el lunes. - me felicita Manuel.

- Espero que eso sea verdad. - de verdad lo espero.

- Obviamente si, lo que Manuel dice siempre es verdad. - Manuel se ríe. - Bien, nos vemos el viernes.

- Claro, si no muero de dolor mañana. - es raro pero me duele menos que el lunes.

- Te dolerá menos. Acuérdate que todas las primeras veces, en todo, es lo difícil. - espero que eso no tenga doble sentido. Aunque creo que si.

- Lo espero de verdad que sí. Nos vemos. - me despido de el.

- Cuídate, pequeña. - me sonríe y empieza a caminar hacia su cliente de este horario.

Hoy no platique con Alan en el gimnasio. El se limito hacer ejercicio sin siquiera voltearme a ver.

¿Cual es su problema? La verdad es que no lo entiendo. Aunque puede ser que yo me este creando todo esto, de que el siente algo por mi, en mi mente. Puede ser que sólo este jugando y yo de tonta crea otra cosa.

Ya casi llego a mi camioneta, pero no, no me subiré y manejaré con mal humor.

Cambio mi dirección y me meto a el Starbucks que esta alado del gimnasio.

Amo el olor a café, me encanta, aunque casi no lo tomo, igual me encanta.

No hay mucha gente. Así que me atiende rápido el de la caja.

- Buenas tardes, bienvenida a Starbucks, ¿qué vas a querer? - pregunta la mujer de la caja.

- Me das un café alto. - digo y ella agarra un vaso blanco.

- ¿Nada más?

- Si. - anota en el vaso.

- ¿Cual es tu nombre?

- Nina. - digo y ella lo anota.

- Ok, Nina, en un minuto sale tu café. - le pasa el vaso a un muchacho que está atrás de ella, en dónde están las licuadoras. - Son $30 pesos.

- Gracias. - le doy un billete de $50.

- Aquí esta tu ticket, y $20 pesos de cambio. Que pases un bonito día.

- Igual.

Me pongo en donde te entregan lo que pides.

- Nina, un café alto. - dice el muchacho.

- Es mío. - le digo.

- Aquí tienes. - me lo pasa. Y yo lo agarro.

Con mi bolso colgando de mi brazo y mi café en la mano me voy a sentar a una mesa con unos sillones.

Me siento en el sillón más grande y saco mi iPad de mi bolso, la verdad no entiendo porque siempre lo traigo conmigo, pero ya es costumbre, sólo no lo llevo a la escuela.

¿A que universidad iré? No tengo ni una idea de que es lo que haré. Quisiera ser como Joyce o André, que tienen planeada su vida desde que nacieron, prácticamente.

Joyce siempre amo la medicina, así que será doctora. Ella se va a ir a Cuba a estudiar, de allá es su abuelo de parte de su mama, así que no le será difícil porque tiene poca familia por allá. Y André pues para sus papas siempre fue su mayor sueño mandar a su hijo a estudiar a Inglaterra y pues el se irá por eso, aunque el esta súper feliz.

Laura todavía no sabe, pero igual para ella no será difícil, porque ella va a quedarse aquí, en puerto Vallarta.

David hace unos meses decidió que va a irse a vivir a Monterrey con su papa y que su mama también se irá.

Totalmente tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora