Yang: Wow... Huelo tan bien que podría abrazarme a mí misma –afirma acomodando sus muñecas sobre la mesa. Era para lo único que aceptaba aflojar las cuerdas, sólo para vestirse. Pero luego pedía que volviesen a colocárselas de inmediato.
Jhin: Asusta admitir que hueles a mujer, Yang –bromea acomodando las sillas en su lugar.
Yang: ¡Hey!
Blake sonríe divertida y coloca una taza de té delante del tigre, seguido de un beso en su mejilla. Yang gira el rostro para besar los labios de la peli negro, la cual rodea su cuello con ternura para continuar el beso.
Jhin saca la lengua haciendo un gesto de asco y se gira para limpiar la mesada donde lavaban los platos y demás. Luego vuelve a girarse para verlas de reojo y sonríe. Verlas así lo hacían sentir tranquilo.
Luego del desayuno, Jhin puso sus armas en las fundas y acomodó su sombrero. Blake se quedó en la habitación ordenando.
Yang: ¿Te irás? –lo observa algo triste.
Jhin: Debo ir a averiguar más de lo que ya sé. Si me quedo sólo con lo que averigüé, no sacaremos nada, es mejor moverse –se acerca a ella y acaricia su cabello, despeinándola- Volveré pronto. Además, tendrán la cabaña para hacer ruidos extraños por un rato –le guiña un ojo.
Yang: Ah... Lamento eso –sonríe apenada.
Jhin: Descuida. La almohada amortiguó mis traumas –dice sonriendo.
Yang: Jhin... Ten cuidado, no sabemos qué buscan los militares ahora. Este tema de los helicópteros bombarderos y fusilamiento de gente... -baja la mirada.
Jhin: Oye –le da un empujón en el hombro con el puño de manera amigable- No pienses en esas cosas. Si... están allí afuera, siempre intentando gobernar y bla bla –pasa su brazo por el cuello de la rubia y la lleva hasta su pecho- Pero detrás de esa puerta –le señala la habitación con el dedo índice- hay una mujer que te hace olvidar todo eso sólo con un beso. En ella debes pensar. Si permites que lo malo y tus miedos te dominen, la llevarás contigo al mismo pozo.
Yang observa en la dirección que su amigo le había marcado y suspira para luego sonreír.
Yang: Tienes mucha razón... No sabía que podías ser tan cursi –lo observa con picardía.
Jhin: Ehem... -suelta el cuello de la rubia y sacude su capa blanca- Volveré en dos días, trataré de ir al pueblo del Norte, está bastante lejos así que probablemente tarde un poco más en volver.
Yang: Está bien. Trae alguna chica guapa alguna vez.
Jhin: Traeré mis armas siempre conmigo ¿Una mujer? Mm... No lo creo.
Yang: Eres apuesto, seguro alguna fija su mirada en ese rostro que siempre tapas, señor caza recompensas.
Jhin: Claro, luego verá lo demás y saldrá corriendo –dice en tono de broma- No necesito de eso, con saber que estás bien me conformo.
Yang: Aww... Eres empalagosamente adorable a veces –lo empuja.
Jhin: Calla... -se sonroja- Es hora de irme, me despediré de Blake.
Yang: Claro, claro. Ahora ve y dile cositas lindas a Blake –le giña el ojo.
Jhin: Haha Muy graciosa –dice sarcásticamente, luego ingresa a la habitación, cerrando la puerta.
Blake se encontraba cambiando las sábanas.
Jhin: Respecto a lo de anoche... -dice casi en voz baja.
ESTÁS LEYENDO
La Plaga -Finalizada-
RomantikCuando Remmant comienza a dividirse y parece estar llegando a su fin, parece haber una oportunidad para evitarlo, aunque conlleve sacrificios. Blake y Yang deberán recorrer un camino lleno de dificultades, donde lo más importante será mantener la co...