LP2: Capítulo 5: Juntas

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Blake fue transportada hasta una ciudad en Vacuo, lo que podía ver por la ventana le resultaba bastante malo, no parecía haber más Faunos allí y el lugar estaba muy cambiado, como si hubiesen destruido todo para construir otras fortalezas.

Se detuvieron en un laboratorio bastante grande y la hicieron ingresar al mismo, metiéndola en una jaula. La pelinegro tomó asiento y trató de mantener la calma, debía darle tiempo a Yang para buscar a los faunos que podría aconsejarlas sobre lo que estaba ocurriendo.

¿?: Así que lograron traer otro –se acerca el alvino de pelo alocado ajustando sus lentes.

Parecía un doctor con bata blanca y mostacho. El general se colocó a su lado mientras le explicaba lo ocurrido.

¿?: No importa. No quiero licántropos en mi laboratorio, sabes lo que pienso de esas cosas –mueve las manos de un lado a otro- Le haremos análisis a esta que trajiste y de acuerdo a los resultados, continuaremos –abre un pequeño cuaderno y se retira.

Blake estuvo callada. Quería respuestas pero sabía que por el momento era mejor bajar la cabeza. Tenía bastante hambre, pero su estómago se cerró cuando la colocaron en una camilla, ataron de manos y pies, para comenzarle a hacer extracciones de sangre.

General: Doctor Merlot, ¿necesita que vigile otra área?

Dr. Merlot: No, gracias. Ve a la entrada, no quiero inte- -acomoda sus lentes y se acerca bien al microscopio- ¡Genial! –exclama alzando las manos.

El soldado y los ayudantes se queda observándolo. Blake estaba algo mareada pero al menos le habían colocado algo en la herida que había relajado el dolor.

Dr: Merlot: Sirve –se gira y mira al fauno- Llévenla al cuarto blanco –pide mientras se coloca unos guantes.

Blake intentaba preguntar qué estaban haciéndole, pero la anestesia no la dejaba hablar. El pasillo por el que iba pasando tenía paredes metálicas. Ya dentro de la sala, la cual hacía honor a su nombre, era completamente blanca y grande, con cápsulas y jaulas.

El doctor ingresó y comenzó a tomar objetos que se encontraban en su mesita de trabajo.

Blake: ¿Qué... intentas hacerme? –indaga en susurros.

El hombre no dijo nada, sólo la observó de reojo con una sonrisa nada agradable mientras sus ayudantes preparaban otras cosas aparte.

Dr.Merlot: Dime gatita, ¿no te gustaría ser parte de los tres ingredientes para la cura de la plaga? –se acerca y mueve unas perillas ubicadas en la máquina que expulsaba el gas de la anestesia.

Blake: Qué... -su voz era débil pero su cuerpo temblaba, estaba muy asustada.

El mundo del fauno empezó a oscurecerse con rapidez, dejándola con preguntas y temor ante esa pregunta que había escuchado.

Como un parpadeo, cuando abrió los ojos tras escuchar una terrible explosión, todo estaba envuelto por polvo y humo, alguien la tomó en brazos y sacó con velocidad del lugar. Podía escuchar cómo los disparos golpeaban el metal y uno que otro, arañaba la ropa de quien la cargaba. Con mucha dificultad, rodeando salas y saltando entre mesas y ventanas, logró sacar al fauno fuera.

¿?: ¡Que no escapen! –grita un soldado a lo lejos.

Los disparos continuaron por bastante tiempo; ruidos de camionetas y gritos por parte de quienes los seguían, hasta que todo se calmó cuando cruzaron un rio. La pelinegro no podía creer quien era la que la cargaba en brazos, pestañó varias veces para asegurarlo.

La Plaga -Finalizada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora