Las chicas, luego de haber pasado por algo difícil de comprender, acamparon al atardecer, tras haber estado caminando para llegar a Ital.
Blake: A ver... -ayuda a su compañera a sentarse cerca de un árbol- Espera aquí, iré por más ramas y...
Yang: ¿Te vas a ir? –indaga angustiada.
Blake: N-no muy lejos, sólo por ramas y hojas –le señala.
La zona por la que andaban ahora había cambiado un poco. Ya no había bosque ni muchos lugares rocosos. Era en gran parte césped nevado, algunos árboles y montañas muy a los lejos.
Yang: ¿Puedo... ir contigo?
Blake: ¿No quieres esperar aquí? Aún debe dolerte –sugiere preocupada.
Yang: No... Me siento mejor, prefiero ir contigo –intenta disimular el dolor, pero su sonrisa no salía.
Blake: Hm... Está bien. Pero si necesitas descansar regresamos –avisa comenzando a caminar.
Yang asiente para luego seguir a la peli negro, a la cual le miraba de reojo la mano cercana a su cintura. Quería tomarla pero no era un buen momento, ella las tenía amarradas y el quitarse las ataduras le hacía entrar un miedo muy grande al recordar cómo había actuado con ella antes. Tenía vagos recuerdos, pero una fuerte angustia.
Blake recolectó varias ramas, algunas piedras y con la ayuda de Yang, hojas.
Yang: Me duelen un poco las piernas... ¿Puedo sentarme un poco? –pregunta tratando de ocultar el temblar de sus pies. Jhin le había aplicado bastante fuerza a esos golpes.
Blake: Claro que si, ven –deja las cosas en el suelo y la ayuda a sentarse, colocándose detrás de ella para que su compañera pudiese apoyarse en algo.
Yang: Parezco una vieja –se queja en voz baja.
Blake sonríe y se acomoda a su lado.
Blake: Pues... eres una vieja muy bonita –pasa una de sus manos por las piernas de Yang para masajearlas.
Yang: Blake... quiero correr... -baja la mirada.
Blake: Ya podrás...
Yang: Siempre dices lo mismo... -interrumpe- Siempre con "el que algún día podré hacer algo de lo que tengo en mente o quiero realizar", ¿crees que todo se cumple con sólo sentir que se puede? –pregunta algo molesta.
Blake: Si...
Yang: ¡No! –levanta la voz. Luego de unos segundos se lleva ambas manos a la cara.
Blake sólo se queda en silencio y retira su mano para luego girar el rostro.
Yang: Perdona... estoy alterada todo el tiempo y eso me altera más –dice aún con un tono molesto.
Blake: No te preocupes... Sé que no estás bien, puedes contar conmigo. Pero necesito que hagamos esto juntas, ¿sí? –pide amablemente para no aturdir más a su amiga de lo que ya se veía.
La rubia asiente y apoya lentamente su cabeza en el hombro del fauno, quien acerca sus manos a las de ella para tomar las cuerdas.
Yang: No no... -levanta las manos.
Blake: Hey... dijiste que íbamos a cooperar juntas. Confía en mí, no pasará nada –intenta alcanzar las manos del tigre nuevamente.
Yang: Confío en ti, en mi no.
Blake: Yang... si no confías en ti misma, sea lo que sea que quiere controlarte terminará haciéndolo mucho más fácil, intenta confiar poco a poco en ti –toma sus manos y acerca su frente a la de ella.
Yang: Esta bien... -suspira.
Mientras la peli negro va desatando la cuerda, las manos de Yang tiemblan un poco.
Blake: Respira hondo, ahora mismo eres tú. No pasará nada –le sonríe cálidamente para relajarla.
Yang toma aire y exhala asintiendo a lo que su amiga decía.
Yang: Si, tienes razón... No pasará nada, estoy consciente. No te haré nada. No puedo dañarte –sus palabras salían un poco rápido por los nervios. Movía sus muñecas un poco al sentirlas libre y luego una suave sensación inmovilizó su cuerpo, relajándolo casi por completo.
Blake había acercado su rostro para besarla, la había tomado desapercibida por sus nervios pero la peli negro la hizo bajar a la realidad en un pestañeo.
Blake: Abrázame como siempre... -pide sin alejar sus labios del rostro de Yang y tomando sus manos para ayudarla a que perdiera el miedo, pasando los brazos de la rubia por su cintura.
Yang sabía todo lo que sentía por aquel ser de bellos ojos amarillos. Quería gritarlo desde lo alto de una montaña. Si bien no imaginó que su corazón iba a latir así de fuerte por aquella persona que chocó con ella ese día, si sentía que era especial. Lo suficiente como para haberla hecho cambiar de idea con sólo una mirada.
Yang: Te amo... -susurra sin apartar los labios y luego se aproxima para darle un beso más intenso, metiendo su lengua dentro.
La rubia no le daba chance de responder a Blake, sus lenguas habían comenzado a acariciarse mutuamente dando ligeras caricias con la punta de las mismas en los labios cuando tomaban aire. Yang abrazó a su ser amado con fuerza, arrimándola a su cuerpo para darle calor; luego bajó su cabeza para morder suavemente el cuello de Blake, quién emitió un gemido al instante. Yang pensó que la peli negro iba a disculparse como la otra vez y decidió detenerse un poco, pero al subir la mirada, el rostro del fauno rebozaba de un sonrojo fuerte y una respiración acelerada. No pudo evitar volver a acercarse al cuello para pasar la punta de su lengua de abajo hacia arriba, provocando otro gemido en la persona que comenzaba a desear.
Blake: Y-Yang... me siento rara... -avisa mientras se aferra más a la rubia, la cual comenzó a darle pequeños besos alrededor del cuello-Ah... si sigues...
Yang vuelve a interrumpirla con otro beso, coloca una de sus manos en la cabeza de la peli negro y la jala con delicadeza hacia delante para profundizarlo, dejando hilos de saliva caer al separarse. La rubia no pudo evitar llevar una de sus manos al muslo de Blake y presionarlo con delicadeza. Los gemidos de la peli negro y sus manos sujetándola de los hombros con sus delicadas manos provocaban un sinfín de sensaciones en su interior, llevándola a recostarla sobre las hojas que habían recolectado.
Yang: Lo siento... si te da frío me dices... ¿sí? –la mira un poco preocupada sin desaparecer el deseo de sus ojos.
Blake asiente y rodea el cuello de la rubia con sus brazos para atraerla hacia ella y besarla.
Blake: Tus besos me abrigan... -le sonríe sonrojada.
Yang: Adoro besarte... -le devuelve la sonrisa-No hay nada más cálido en mi vida que el sentirte cerca –acerca su rostro para frotar su nariz con la de ella dulcemente. La rubia se queda mirándola sin continuar haciendo algo que provocara más "sonidos" en Blake.
Blake: ¿Te sientes mal...? –la observa preocupada.Yang: No... Sólo pienso que este no es lugar para hacerlo... Pasarás frío... No quiero eso, deseo que lo disfrutes bien... -se sonroja.
Blake le regala una cálida sonrisa y la abraza con fuerza.
Blake: Te amo Yang –lleva una de sus manos a la cabeza de la rubia para entrelazar los cabellos entre sus dedos y acariciarla.
Yang: Y yo a ti... -besa su cuello- No importa lo que pase... siempre será así –afirma ocultando sus ojos cristalinos en el cuello de Blake.
Continuará.
Notas de la autora:
Puedes pasar por mi página principal para ver dibujos del fanfic =) Saludos!
http://kiranaru.webnode.es/la-plaga-galeria-de-dibujos/
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La Plaga -Finalizada-
RomanceCuando Remmant comienza a dividirse y parece estar llegando a su fin, parece haber una oportunidad para evitarlo, aunque conlleve sacrificios. Blake y Yang deberán recorrer un camino lleno de dificultades, donde lo más importante será mantener la co...