Los dos estaban abrazándose uno al otro, pero sus respiración eran tranquila lo que indicaba que seguían durmiendo, la noche anterior había sido maravillosa para los dos no se habían amado tanto como lo habían hecho el día anterior, los dos se habían quedado dormidos con una sonrisa de oreja oreja, Draco había comprobado que su novia era totalmente hermosa como por afuera como por dentro, y esa forma de entregarse a el en cuerpo y alma fue algo que lo volvió totalmente loco por ella más de lo que ya estaba.
Los primeros rayos de sol entraron por la ventana posándose en el bello rostro de la castaña abrió los ojos lentamente sintiendo algo ligeramente pesado el su cintura, una gran sonrisa se asomó por su rostro al recordar la noche anterior ahora dormía con el hombre que amaba, al cual se había entregado en cuerpo y alma se movió con cuidado de no despertarlo y poderlo contemplar mientras dormía.
Parecía un ángel, SU ángel otra sonrisa se asomo por su rostro por aquel comentario, lo miraba abonada era demasiado apuesto ¿Quién diría que ella Hermione Granger acabaría con Draco Malfoy? Pero ella no se repentia de nada él era suyo y ella era de él, un vuelco atravesó su corazón como en su estómago, por un momento pensó que las cosas podrían cambiar y ella seguiría siendo la sangre sucia una más de sus conquistas, una más que había caído en las garras de Draco Malfoy.
El chico se hacia el dormido de hecho se había despertado antes que ella quería contemplar cada una de sus emociones para ver si ella se arrepentía pero vio que no, pero sintió que ella se ponía tensa, por lo que decidió entrar en su mente, una daga atravesó su corazón al leer sus pensamientos después de las vacaciones él ya no seguiría siendo suyo, ni resistía tener que alejarse de la mujer que amaba por un tonto compromiso, sintió como ella volvía relajarse así que decidió que era hora de "despertar" ese poco tiempo que le quedaba con ella quería aprovecharlo a lo máximo, abrió los ojos poco a poco.
-Buenos días huroncito.-
-Buenos días princesa.- se saludarnos con un corto beso. -Hoy te tengo una pequeña sorpresa.- dijo con una media sonrisa a Hermione paro su corazón, esa sonrisa era encantadora.
-¿Me dirás cual es?.- dijo mirándolo con ojitos de perrito regañado.
-Nop, te espero en una hora lleva ropa cómoda.-
-Muy bien.- se dieron un beso.
-¿Quieres que te acompañe a tú habitación?.- dijo cuando vio a la castaña vestirse de nuevo.
-No es necesario cariño.- se acercó y le dio un pequeño beso ya una vez vestida.
-Hasta dentro de una hora.- dijo el rubio.
-Te amo, ah y por cierto te vez tremendamente sexy así.- dijo la castaña, el rubio estaba apoyado sobre su brazo derecho cubierto la mitad de él con una sabana blanca.
-Toma una foto sí quieres.-
-Creído.- la castaña salió de la habitación para meterse en la suya se encontró con una gran sorpresa Ginny y Harry descansaban el la sala común, no dio importancia
Se metió a ducha, se puso una falda de mezclilla por arriba de las rodillas unos mayores negros por debajo de las rodillas, una blusa blanca con una duradera fiesta y botas tipo militar cafés, se alacio el pelo y lo ato en una cola, ya había pasado una hora, bajo a la sala común Harry y Ginny seguían ahí pero ya despiertos.
-Hola Harry, Ginny.- dijo una sonrisa alego se nota que pasó una noche especial.
-Hola.- saludaron los dos.
-Ayer se oían lo que tú y el rubio hacían en su cuarto pillines, ¿qué tal está cuenta Hermione?.-
-¡Ginny!.- dijeron Harry y la castaña.
-¡¿Qué?! como sí nadie hubiéramos hecho lo mismo anoche, Blaise está en el cuarto de Luna, yo y Harry estamos aquí, Ron estuvo con Lavender en tú cuarto, Hiromi y Nott en el cuarto de Hannah, que por cierto ella tampoco llegó, pero ni Nott ni Ron se encuentran aquí.-
-¿Ron y Lavender estuvieron en mi cuarto?.- dijo la castaña sorprendida.
-Sep.- le dio cosa de tan sólo pensar que estuvieron en su cuarto, Draco bajo saludado a todos con una sonrisa.
-¿Lista Hermione?.-
-Sí.- le tapó los ojos con una venda. -¿Pero qué haces Draco?.-
-Tú sólo confía.- el rubio la guió al bosque prohibido, una vez se aparecieron en un hermoso lugar, aquel que había dicho que la magia no existía estuviera con la quijada hasta el suelo, la castaña supo que se habían aparecido por la horrible sensación en su estómago, tomando a lo único que tenía en ese momento ósea: Draco.
-¿Estas lista?.- la castaña temblo tenía miedo de que en el instante que le quitara la venda viera a varios mortifagos reunidos, para entregarla y torturala pensando que todo era una farza.
-Tranquila no pienso hacer eso.- dijo el rubio había leído su mente le dio un beso en la mejilla para tranquilizarla, le quitó la venda Hermione sólo miro anonada aquel hermoso paisaje frente a ella un hermoso bosque totalmente libre de humanos grandes árboles dejando pasar tan sólo pequeños rayos de sol, varios animales exóticos, un hermoso río resplandeciendo por los rayos del sol que lo tocaban, varias lucecitas de colores flotando en el aire muy pronto Hermione se dio cuenta que no eran luces sí no hadas, se oía una hermosa melodía.
-Sabía que te gustaría, ¿oyes esa melodía? Son las hadas, les encanta cantar pero sinceramente a mi no me gusta como cantan.- dijo lo último en susurro, Hermione se lanzó a sus brazos haciendo que los dos cayeran al piso.
-Hay Draco, gracias.- comenzó a darle pequeños besos en los labios.
—Espera a ver lo que prepare. — la tomo de la mano para caminar hacia el lago dio vuelta a la izquierda, no pudo evitar soltar un gemido de asombro salió de su boca se llevó las manos a ella, había el clásico mantel escasos rojo, una canasta y velas en ella.
El día lo pasaron genial, comieron y jugaron un rato, Hermione tiro a Draco al lago y este de venganza también la tiro al lago con todo y ropa, volvieron a jugar después de nadar todo el día la pasaron ahí llegaron hasta en anoche, al llegar a la sala común Draco le regalo un hermoso collar con las iniciales de los grabados, ambos se fueron a dormir Draco ya ni recordaba que tenía que se separarse de su amada.