Cena con los Malfoy

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Tres meses ya había pasado y Blaise, Hiromi y Nott habían logrado que Draco comiera tan sólo un poquito pero el rubio seguía flaco, destruido y con un gran vacío por dentro.

Hermione lloraba en las noches no le gustaba verlo así y menos cuando los amigos del Slytherin le rogaban que comiera y el se negaba, Hiromi había llorado como en dos ocasiones y así pudo lograr que comiera.

Catherin se sentía un monstruo había destruido a una persona que meses antes se le veía enormemente feliz, los amigos del rubio no le hablaban sólo se hablaba con dos personas.

Ya tenía en mente algo para que el compromiso se acabara y cada quién se fuera con su amor verdadero ella escaparia a algún lugar del mundo con el hombre que amaba y dejaría a Draco ser feliz. 

Hermione quería hablar con el rubio las clases que les tocaban juntos, porque en el castillo jamás se le veía sólo aparecía de la nada, pero en las clases que tenían que sentarse juntos el rubio nunca iba y en las clases que no tenían que sentarse juntos el se alejada de ella, si la castaña se sentaba enfrente el se iba hasta atrás, sólo una vez se encontraron en un pasillo pero el rubio sólo la ignoro. 

Ese día los padres de Draco los habían invitado a cenar para saber como iba la relación saldrían del castillo a las nueve no había ningún problema con McGonagal ya que era sábado, el iba vestido con su acostumbrado traje negro y ella con un vestido rojo tipo sirena. 

Llegaron a la mansión y un elfo los recibió en la entrada como de costumbre, se asombro al ver el estado en que se encontraba su amo al entrar al salón donde los esperaban los padres del chico, que por cierto se llevaron una gran sorpresa al ver a su hijo.

Cissy sentía que las lágrimas saldrían en cualquier momento mientras Lucius no sintió más que asombro, sólo eso no le dolía el estado de su hijo. 

-Hola Catherin, ¿cuánto tiempo ah pasado?.- dijo Lucius acercándose a ellos con su mujer detrás de él conteniendo las ganas de llorar. 

-Demasiado señor Malfoy, me alegro de verlo.- dijo con una sonrisa forzada mientras le estrechaba la mano. 

-Draco.- sólo eso pudo decir mientras hacia una mueca. 

-Hola Cissy, ¿cómo has estado?.- dijo Catherin. 

-Muy bien hija, gracias por preguntar.- dijo mientras la abrazaba -.... Draco...- dijo casi en un susurro mientras se lanzaba a los brazos de su hijo.

Se encontraban ya en el gran comedor de lista Malfoy mientras Lucius hacia preguntas sin parar con respecto a la relación, Catherin sólo se limitaba a responder mientras Draco sólo veía a la comida sin ganas. 

-Draco, hijo por favor come algo.- dijo Cissy no había tocado la comida sólo se empeñaba a que su hijo comiera. 

-Ya te dije madre, no tengo mucha abre.- 

-Ya déjalo Cissy sí no quiere comer que no coma, sólo es un capricho.- 

-¡¿Sólo un capricho?!.- dijo Cissy ya sin éxito de contener las lágrimas. -¡Lo estas viendo en que condiciones está y tú sólo dices que es un capricho!.- alzó el tono de voz al punto de casi convertirse en gritos. 

-¡En toda la noche no has hecho otra cosa más que despreciarlo! ¿No vez en las condiciones qué está?!.- salió del comedor con lágrimas en los ojos Draco sólo miraba serio la escena, aunque le dolía ver a su madre llorando. 

-Lo siento, en estos días ah estado un poco sensible...- dijo el gran Lucius con el fin de quedar bien enfrente de la hija de los Joyce, Draco golpeó fuertemente la mesa asustando a la rubia y al igual que su madre desapareció de ahí, la rubia se despidió y se apareció de nuevo en el castillo. 

Lucius después de que se fueron, fue en busca de su mujer y la encontró fuera del grande y hermoso jardín que ella había cuidado con mucho amor, se encontraba sentada en el césped llorando Lucius se acercó lentamente a ella. 

-¡No des ni un pasó más!.- dijo su esposa y se sorprendió de que lo descubriera. 

-Pero Cissy...- 

-Pero Cissy nada, tú has visto como quedó nuestro hijo y tú sólo ignoras su estado él era feliz con ella y obviamente no lo es con Catherin.- 

-Pero es lo correcto....- 

-¡NO LUCIUS! ¡NO ES LO CORRECTO!.- dijo levantándose y acercándose a el. -¡¿No te importa la felicidad de nuestro hijo, verdad?! ¡Para ti siempre está primero lo que piense los demás y después la felicidad de tú familia!.- dijo esto para después volver a entrar en la mansión dejándolo sólo en ese gran jardín. 

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Unos cuatro o seis capítulos más y se termina o eso quiero creer yo.  

Un abrazo. (:

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