Hermione
Abrí los ojos poco a poco, me dolía horrible la cabeza, note que mi cabeza y mi brazo estaban apoyados en algo, voltee era Malfoy. Me levanté rápidamente, quedando sentada estaba en el piso al igual que todos, todavía dormían, miré a Malfoy se veía como un ángel cuando dormía.Me dirigí al baño con cuidado de no pisar a alguien, cuando llegué me vi inmediatamente en el espejo mi pelo parecía nido de pájaros y mis labios mas rojos de lo normal.
Una pequeña mancha roja me llamó la atención en mi cuello, intente quitármelo con agua con una pequeña esperanza. Pero no se pudo era...era...un ¡¡CHUPETÓN!!.
¿Quién me hizo el chupetón? y ¿QUÉ DIABLOS PASÓ AYER?. Trate de recordar, no pude...
-¡Oh! veo que ya viste mi recuerdito Granger.- dijo una voz detrás de mí, la conocía muy bien.
Malfoy estaba apoyado en el marco de la puerta. Espera, acaba de decir ¿Su "recuerdito"? no puede ser...
-¡MALDITO!-
-Cálmate Granger no hicimos nada malo. No te quejes, tú me hiciste dos. — dijo señalando su cuello.
-¿QUÉ DIABLOS PASÓ AYER?-
-No lo sé, descubrelo tú misma.- dijo burlón y se fue.
Salí del baño y noté como todos despertaban, me hizo gracia que todos traían chupetones, salí de la sala y me dirigí a mi habitación.
Me tumbé en mi cama, una sonrisa apareció en mi rostro, había besado a Malfoy, miles de preguntas pasaban por mi mente, pero la que más me importaba era ¿QUÉ PASÓ AYER?.