AUTORA
Para Draco había sido divertido pelear con Granger, pero quería seguir jugando con ella sabía que él la lograba sacar de sus casillas, así que salío detrás de ella.
-Vamos Granger no te pongas así.- dijo siguiéndola.
-¿Cómo quieres que no me ponga así? Si eres insoportable.-
-¿Tú no lo eres?.- la castaña no contestó y siguió caminando se detuvo en un pasillo desierto.
-¡Deja de seguirme Malfoy!.- dijo volteandose.
-Ya quisieras, no te estoy siguiendo sólo estoy caminando en la misma dirección.-
-¡Hay ajá!.-
-¡Qué histérica eres!.-
-No soy histérica.-
-Claro que sí.-
-Que no.-
-Que no.-
-Que sí.-empezo a reírse ,se quedó pensativa. -Digo, ¡NO!- se apoyó en la pared. -Eres insoportable.- él rubio no pudo contestar por que apareció Hiromi.
-Hola Draco.- dijo trás de el, él rubio se volteó con una sonrisa en él rostro.
-Hola Hiromi.- se acercó a ella tomándola de la cintura.
-Ese milagro que hablas con la griffyndor sin que se estén matando él uno al otro.-
La verdad es que Hiromi no era nada celosa y no le importaba que Draco hablará con otras chicas, tampoco era la típica chica de Slytherin que se portaba empalagosa eso Draco lo agradecía.
No le gustaba mucho la rivalidad entre casas así que trataba de llevarse lo mejor que podía con los demás. Hiromi le dedicó una mirada tierna.
-¿Sabías que me encantas?.- dijo él rubio acercándose más a ella, sin saber que una castaña apretaba fuertemente sus uñas en la pared, por celos.
-¿A sí?.- dijo acercándose, unieron sus labios, después de unos segundos besándose, que por cierto a la castaña le parecieron milenios.
-Me tengo que ir quedé con Luna.- dijo Hiromi.
-¿Con la Lunática?.-
-Ya te dije que no le digas así.-
-Bien, bien.- dijo él rubio dándole un beso, sabía que aquella castaña se ponía celosa.
-Ahora sí me voy.- dijo separándose del rubio, le besó la mejilla. -Suerte con no matarse.-
-Hola Hermione, ¿cómo estas?.- le dedicó una sonrisa.
-Muy bien.- dijo entre dientes y sacando una falsa sonrisa.
-Me da gusto que te valla bien.-
-Igual.- dijo ejerciendo más fuerza en sus uñas, cuando por fin Hiromi se fue él rubio habló.
-Granger la pared no tiene la culpa de nada.- la castaña, volvió a la tierra por así decirlo.
-¿Tu qué?.-
-Huy con que genio saliste, dicen que casándose se te quita lo histérica.-
-Yo no soy a así sólo que tú sabes sacarme de mis casillas.-
-¿Acaso estás celosa, Granger.?- a Hermione la invadieron los nervios, pero tendría que mostrarse segura.
-En tus sueños Malfoy.-
-Entonces por que apretaste las uñas contra la pared cuando estaba con Hiromi.-
-Fue un ataque de nervios.- casi se golpea la frente por semejante tontería. -Y además, ¿a ti qué?.-
-Como digas Granger, haré como sí te creyera.- dijo acercándose hacía ella y sacando una sonrisa. -¿Crees que alguien se tragara semejante estupidez?.-
-¿Alguien como tú? Sí, yo creo que sí.- logró decir cuando sentía que él pánico empezaba a gobernarla al ver al chico acercarse hacia ella.
-No te pongas nerviosa, ¿acaso te doy miedo?.- llegó hacia donde estaba ella y la acorraló entre sus brazos, las castaña temblaba al ver que se encontraba acorralada por él.
-¿Qué te hace pensar eso.?- que pregunta tan más obvia.
-Porque no dejas de temblar.- acercó su rostro al de la chica dejando sus labios a milímetros, sólo hizo en pequeño rose con los labios de ella y se separó con una velocidad increíble dejando a la castaña con los ojos cerrados y la boca ligeramente abierta.
Ella se dio cuenta de que él se había alejado dejándola con ganas de más, lo maldijo por lo bajo.
Él rubio dejó escapar una sonrisa triunfante y desapareció por un oscuro pasillo dejándo a una castaña fuera de sus casillas.