Capítulo 3 Conociendo al señor Diggory.

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Debo admitir que cuando la señora Weasley fue al cuarto de las chicas para despertarnos la madrugada del Mundial de Quidditch, yo ya estaba despierta.

Había estado tan nerviosa por el hecho de que iba a conocer al padre de Cedric que ni siquiera había podido dormir bien.

Me vestí rápidamente con unos jeans y una playera básica color olivo, esperando crear una buena impresión. Acomode mi cabello en una trenza francesa mientras veía como mis amigas se vestían con movimientos lentos y somnolientos.

Estuve lista antes que ellas y al ver que mi hiperactividad había salido a la luz, me sugirieron que me adelantara a desayunar donde me encontré con los chicos.

-Buenos días-salude

Todos respondieron con un gruñido que me indicaba que no acostumbraban madrugar.

-¿Dónde están Bill, Charlie y Percy?-preguntó mi hermano.

-Ellos no necesitan levantarse tan temprano,-explicó la señora Weasley-ellos se aparecerán cerca del medio día.

-¿Por qué no podemos ir con ellos?-preguntó Ginny enfurruñada por la hora.

Me recorrió un escalofrío al recordar la horrible sensación de la aparición paralela.

El señor Weasley le iba a responder a su hija cuando la señora Weasley profirió un gran grito que bien pudo haber despertado a Bill, Charlie y Percy.

-¿Qué tienes en los bolsillos?-le gritó a George.

Lo examine bien y vi que había varios sitios abultados en su ropa.

-¡Nada!-respondió inocente.

-¡No me mientas!-gritó la señora Weasley furibunda-¡Accio!

Varios objetos (que reconocí como los caramelos longuilinguos) salieron de sus bolsillos.

-¡Os dije que los destruyeran!-siguió furiosa.

Mientras la señora Weasley quitaba todos los sortilegios Weasley a George, Fred y yo guardábamos discretamente todos los artículos que él llevaba en mi mochila.

-¡Fred!-llamó la señora Weasley

Con toda tranquilidad, Fred se levantó de mi lado y extendió los brazos.

-¡Accio! ¡Accio! ¡Accio!-citó la señora Weasley, sin embargo, ningún sortilegio salió de la ropa de Fred, por otro lado, sentía como mi mochila se agitaba salvajemente.

Me descolgué la mochila del hombro y pegue a mi tratando de disimular el movimiento, del que Harry se había dado cuenta y me miraba divertido y negando con la cabeza.

-¡Tardamos cuatro meses en crear esos dulces!-se quejó George cuando la señora Weasley tiro sus dulces.

Los cuatro meses más duros de mi vida, pensé al recordar todas esas pruebas y explosiones que había presenciado.

La señora Weasley lo fulminó con la mirada y comenzó a despedirnos, los gemelos Weasley salieron de la casa sin mirar a su madre.

-No debieron haber sido tan duros con vuestra madre-les reprendí.

Se encogieron de hombros, si no les conociera tanto, no me habría dado cuenta del remordimiento en su mirada.

-...nos costó tiempo encontrar un lugar en el cual meter a más de cien mil magos.-le explicó el señor Weasley a mi hermano-Magos de todo el mundo vendrán a ver el mundial de quidditch, se tardaron mucho en coordinar todos los trasladores.

Los mellizos Potter y el Cáliz de Fuego. (Cuarta Temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora