Capítulo 8 Momentos incómodos.

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A la mañana siguiente, casi no llegaba al desayuno.

Cedric y yo nos habíamos quedado dormidos en la Torre de Astronomía. Agradezco a los dioses (esperaba que los dioses tampoco hubieran visto nada) que ningún profesor o mejor dicho, ninguna persona entró esa mañana, ya que con lo único que se hubiera encontrado sería unos adolescentes semi desnudos dormidos sobre una manta. Lo sé, raro.

-¡Cedric!-le llame apenas había despertado-¡Di inmortales! Es tarde y nos quedamos dormidos.

Cedric solo gruño y me atrajo más hacia el.

-Cinco minutos más, linda.-susurró contra mí cabello.

Ahora yo gruñí.

-No, Cedric, debemos ir a desayunar, tengo hambre.

Me acerqué a su rostro y toque su mejilla, quite mi mano de inmediato, estaba ardiendo.

-Estas ardiendo, Cedric.-susurre

El rió.

-No es por ser arrogante, pero eso ya lo sabía, cariño.-bromeó.

Rodé los ojos.

-Cedric hablo en serio, no fue buena idea venir aquí en medio de la lluvia.-dije mientras me ponía mi falda.-Vamos, Cedric, es hora de levantarse.

-No quiero.

-Si no te levantas a la cuenta de tres, me enfadaré contigo.-le advertí y me di la vuelta después de colocarme mi camisa del uniforme-Uno...dos...tr...

-¡Ya estoy listo!

Al darme la vuelta vi como Cedric ya tenía puesto su uniforme y estaba de pie frente a mi. Se veía pálido y una leve capa de sudor le cubría el rostro, lo tome de la mano y nos lleve a ambos hacia la enfermería.

-¿Cómo te sientes?-le pregunte antes de llegar a la enfermería.

-Estoy bien,-respondió con la voz ronca-exageras.

Resultó que no exageraba.
Apenas pusimos un pie en la enfermería, Madam Pomfrey se acercó a nosotros rápidamente. Cuando vio a Cedric, lo llevó de inmediato a una camilla y nos preguntó qué pasó, ambos respondimos que él había pescado un resfriado por la lluvia (lo cual era cierto). Después de que Madam Pomfrey hubiera revisado a Cedric, nos dio el análisis final.

-Bien, señor Diggory, no es muy grave pero si deberá quedarse en cama un par de días para  verificar que todo esté bien, tiene calentura y una fuerte gripa, tardará un poco en sanar del todo.-nos explicó-Y usted, señorita Potter, está muy delgada, debería comer más.

Me sonroje para diversión de Cedric quien soltó un pequeña carcajada que se volvió en un ataque de tos, ¿alguien dijo karma?

-Estoy perfectamente, señora Pomfrey, pero gracias por su preocupación.-respondí con una sonrisa amable antes de ver la hora en el reloj que había en la pared.-¡Maldición! Es tarde.-bese a Cedric-Me tengo que ir, te veré más tarde, ¡Te amo!-le grite mientras salía por la puerta.

-¡Te amo más!-gritó cansado y antes de otro ataque de tos.

Escuche a Madam Pomfrey gruñir y solo corrí más rápido.
Y esa es mi historia de cómo llegué tarde al desayuno, okay, lo que sigue.

Cuando entre al Gran Comedor, atraje las miradas de mis amigos y, para mi desgracia, de los profesores, específicamente, Snape.

Los mellizos Potter y el Cáliz de Fuego. (Cuarta Temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora