Los mellizos Potter y el Cáliz de Fuego. (Cuarta Temporada)

Capítulo 12 Me castigan por comida.

Cuando llegue a Hogwarts el lunes por la mañana, no tuve la mejor bienvenida del mundo, de hecho, fue bastante perturbadora.

-¿Dónde demonios estabas?-me gritó Harry a penas entre al Gran Comedor.

Sonreí socarrona, era divertido ver enojado a mi hermano.

-Te ves adorable cuando te enfadas, hermano,-respondí ignorando su pregunta-tu ojo izquierdo tiene un leve tic, además de que tu vena en la sien comienza a palpitas... Casi te pareces al tío Vernon.

Okay, mala jugada.

Sin decir otra cosa, me tomo del brazo atrayendo la atención de todos los alumnos y algunos profesores. Me percaté en que había nuevas caras, creí reconocer a cierta chica rubia, Fleur Delacour. No pude comprobarlo ya que mi alterado hermano me saco del Gran Comedor. No se detuvo hasta que estuvimos en uno de los pasadizos.

-¿Qué es lo que te ocurre?-le pregunte a mi hermano, aún divertida.

Su ojo comenzó con su tic otra vez. No pude evitar reírme.

-¿Dónde estuviste?-repitió con la voz entrecortada.

Puse los ojos en blanco y "desbloqueé" mi mente para que él pudiera entrar. Solo hicieron falta unos momentos para que a mi hermano casi le diera un infarto.

-¿Te hiciste un tatuaje?

-¿Cómo podría?-respondí inocente.

Tome mi mochila y camine hacia el invernadero donde la mayoría de los Gryffindors ya estaban ahí.

-Hola.-salude a Hermione poniéndome a su lado.

-Hola.-respondió con simpleza-Fuiste a Nueva York, ¿cierto?-preguntó simplemente.

-Sip.-respondí de la misma manera.

Ella negó con la cabeza pero estaba sonriendo, como si no hubiera esperado menos de mi.

-Te perdiste de una bien a aquí.-comentó divertida, habíamos dejado de escuchar a la señora Sprout hace mucho.

-¿A qué te refieres?

Me miró sorprendida.

-Creí que ya lo sabías...-habló para sí misma-Lo que sea, tu hermano le metió una paliza a Cedric, después de que le dijeras lo que te hizo, fue directo a la Sala Común de Hufflepuff (no me preguntes cómo, ni yo lo sé) El punto aquí es que a pesar de que tu hermano parece debilucho, el quidditch de ha dado algo de fuerza.-dijo rápidamente-Le costo un mes de castigo por si querías saber.

Mi barbilla estaba por los suelos, nunca habría esperado que mi hermano hubiera hecho algo así por mi, era sumamente bello... Y estúpido, cabe agregar.

Sin poder evitarlo, mire hacia Harry que estaba trasplantando una flor de no-se-que y al sentir mi mirada miró en mi dirección. Le sonreí enternecida y él respondió con un gesto quitándole importancia. Nos entendíamos tan bien, aún sin palabras.

-No debió hacer eso.-dije en un susurro

Hermione asintió, pareció alegrarle que  opinara igual que ella en ese asunto.

-¡Lo sé! Pero cuando se lo dije, casi me asesina con la mirada...

Y así pasó la mañana, después de Herbología, había tenido un periodo libre donde había decidido escribir a mi querido Damon Salvatore.

Querido Damon:

Eres un idiota, ¿lo sabes, verdad?
Te prometo que no hacía falta borrarme la memoria, y sí, lo descubrí. Tiene sus ventajas el ser amiga de un brujo... Además de que llegue a conclusión sobre qué no estaba lo suficientemente ebria para olvidar esa noche. (Lo estaba para hacerme un tatuaje pero no para olvidar que nos besamos)
En fin, pase una noche muy agradable contigo, espero vernos pronto.
           Un fuerte y gran abrazo,
                                     Lily.