Los mellizos Potter y el Cáliz de Fuego. (Cuarta Temporada)

Capítulo 6 ¡De vuelta a Hogwarts!

Cuando llegamos a Madriguera, casi me desmayo si no fuera por qué Harry me paso un poco de néctar de mi bolsa.

Después de que entre a la tienda, completamente sonrojada por lo que había hecho con Cedric, los Weasley, Harry y Hermione, discutían lo que había pasado y como volveríamos.

-Los traslador es estarán a reventar, papá.-dijo Charlie-Bill, Percy y yo podemos llevar a algunos y hacer dos viajes...

Hice una mueca, la aparición  paralela era un asco.

-¡No!-respondió el señor Weasley inmediatamente (bendito sea)-Sería demasiado peligroso, además, no creo que haya tanta gente.

Un par de horas después, estábamos en la fila detrás de unas cincuenta personas esperando un estúpido traslador.

-Ammm...¿Señor Weasley?

-¿Si, Lily?

-Tengo la solución a este problema.-dije sonriendo.

Le expliqué entre bostezos que yo podía llevarlos a todos (estaba casi segura que podía) hasta la Madriguera, y después de repetirle por lo menos unas veinte veces que no había peligro alguno (al menos para ellos) el señor Weasley aceptó a que los llevara a todos a casa.

-Bien, todos tómense de las manos, como en una excursión, ¿listos? Fabuloso-les dije a todos antes de pensar en la Madriguera y desapareciéramos.

Como les decía, casi me desmayo, supongo que era algo así como un efecto secundario de transportar a tanta gente de una sola vez.

-¿Lily? ¿Estás bien?-me preguntó Fred acercándose a mi.

-Sí sí, me maree solo un poco, ya sabes, por el viaje-hice un gesto para restarle importancia.

-¡Gracias a Dios! ¡Gracias a Dios!

La señora Weasley abrazo a su marido soltando el periódico que tenía en la mano.
<<Desastre en los Mundiales de Quidditch.>>

Para sorpresa de todos, la señora Weasley abrazó a los gemelos tan fuerte, que sus cabezas chocaron, no tuve tiempo de burlaron cuando alguien hizo exactamente lo mismo conmigo y Harry.

-¡Por Merlin, niños!-exclamó Sirius-No saben lo preocupado que estaba...

Alguien más se unió al abrazo y reconocí el olor a chocolate de inmediato:era mi padrino Remus.
Me permití disfrutar del abrazo antes de preguntar:

-¿No estabas en una misión?-le pregunte a Sirius-Y tú no estabas en... Okay no sé donde se supone que estabas, lo siento, Remus.

Sirius me miró como si me hubiera vuelto loca mientras Remus me miraba divertido.

-Ustedes son más importantes que una estúpida misión,-aclaró-además tenía planeado sorprenderlos hoy, pero cuando Lunático me envió una carta contándome lo que había pasado, no dude en venir a verlos inmediatamente, ¿están bien? Te ves pálida, Lily. Harry, te ves cansado. ¿Les hicieron algo esos estúpidos mortifagos?

Sonreí, era lindo que alguien se preocupara así por ti.

-Estamos bien, Sirius.-respondí sonriendo para tranquilizarlo-Solor algo candados.

-Bueno, es mejor que entremos, el desayuno está listo.-habló la señora Weasley invitándonos a pasar.

Sirius negó.

-No queremos molestar, Molly, creo que lo mejor sería que Lily, Harry y yo vayamos a casa.

-¡Tonterías! Están en casa, ahora entren antes de que el desayuno se enfríe.-nos apremio la señora Weasley.