Capítulo 34 Después de la tormenta.

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La mañana siguiente desperté con una sensación de calidez que casi abarcaba todo mi cuerpo. Sentía mis párpados pesados e hice ningún esfuerzo por intentarlos abrir. No me sentía tan mal.

Con un gran suspiro comencé a recordar lo que había pasado, me obligué a abrir los ojos, no me creía merecedora de tanta paz.

Calculaba que era muy temprano por la mañana, a través de la ventana, el cielo se veía rojizo y las estrellas desaparecían poco a poco, ése panorama me devolvió una pizca de paz.

A mi lado Harry estaba dormido abarcando la mayor parte de la cama. Debía ser muy temprano, la enfermería estaba vacía a excepción de nosotros, Moody y mi padre que nos observaba desde el pie de la cama.

-No imaginé encontrarme a mi hija en la cama con un hombre.

-Por todos los dioses, padre, es mi hermano, que asco...- respondí haciendo un esfuerzo por sentarme en la cama, estaba terriblemente adolorida.

En la cama, aún semi dormido, Harry se removió molesto.

-Deja de hablar sola otra vez y vuelve dormir.- murmuró con la boca pegada a la almohada

-Cierra la boca, Harry.- volqué mi atención a mi padre que también era conocido por Poseidón, dios de todos los mares entre otras cosas- ¿En qué te puedo ayudar, padre?

Él suspiró y se sentó en el lugar donde habían estado mis piernas.

-Me enteré de lo qué pasó anoche- dijo con delicadeza-, Hades me lo dijo en cuanto él llegó.

Me puse alerta.

-¿A dónde lo mandaron?- pregunté ansiosa refiriéndome a Cedric, esperaba que fuera a los Campos de Elíseos en donde iban a parar los héroes y todas las buenas personas.

El dios frente a mí hizo una mueca.

-Aún no está decidido, mi hermano no está siendo imparcial, ya sabes, te aprecia mucho y no quiere dejar pasar el engaño que te hizo.- explicó

-¡Eso pasó hace mucho! Lo perdoné hace meses...- un nuevo sentimiento de culpabilidad se arremolinó en mi pecho haciendo aún más grande el dolor- ¿Crees que si... que si voy al inframundo y abogo por él cambie la decisión?

Me miró alarmado.

-¡No irás al inframundo!- dijo alarmado- Suficiente tuve con que hayas ido una vez, no volverás ahí.

Puse los ojos en blanco.

-Esta vez será diferente, iré en son de paz, a hablar pacíficamente con el hermano de mi padre para disolver el mal entendido.- expliqué con suavidad

-Las leyes lo prohíben- contraatacó

Suspiré eso era cierto, no podía ir al inframundo a menos que tuviera una invitación. Pero eso no me detendría.

-Lilian, escucha, mi hermano es de los dioses más justos qué hay, estoy completamente seguro que al final dará lo que tu chico se merezca-me consoló-. Ahora, me queda poco tiempo, hablaré rápido y por favor no me interrumpas.

Asentí. A mi lado, Harry se removía molesto, lo habíamos despertado.

-Primero, alguien robó el rayo maestro de Zeus y dados los antecedentes contigo, culpan a tu hermano Percy- suspiré, que mala suerte teníamos los hijos de Poseidón-. Él está ahora en un internado a las afueras de Nueva York, con Quiron vigilándolo y un guardián protegiéndolo, ayer mismo tuvo un problema con una Furia pero Quirón manejó la niebla para que lo olvidaran todos.- Pobre, pensé lo van a volver loco- Si todo sale como lo planeado estará en el campamento este verano. Quiero que estés con él.

Los mellizos Potter y el Cáliz de Fuego. (Cuarta Temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora