Capítulo 26 El arte de la oclumancia.

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Para mi hermano "arreglarme" significaba mantenerme vigilada todo el día. 

Si después de la segunda prueba todos me tenían bien vigilada pero desde que salí de la enfermería por segunda vez, nunca estaba sola. Aunque sólo Harry tenía un completo conocimiento de todo lo que sucedió, de todos mis problemas, mentales, del mundo semidiós, todos parecían saber que algo andaba mal conmigo y no podía culparlos porque en realidad algo andaba mal conmigo. 

Además de tener a mis amigos preocupados por mí, los maestros también lo estaban, y con maestros únicamente me refiero a Snape y a Dumbledore.

-¿Lily Potter?-me preguntó un niño de primero a la hora de desayunar

-¿Si, cariño?-respondí dejando de comer mis waffles 

Al no obtener respuesta, me giré para verlo. El niño se veía tan asustado que pareciera que le podría dar un ataque de ansiedad en cualquier momento.

Cuando le vi directamente, el niño comenzó a temblar y tartamudear.

-¿Estás bien?-le pregunté algo incómoda-¿Te estás convulsionando o algo por el estilo?

Al ver que el niño seguía temblando me giré hacia los gemelos para que me ayudaran, pero como era de esperarse, los desgraciados se estaban riendo ante la situación.

Sin saber que hacer miré a mi alrededor esperando ser auxiliada por un alma caritativa que se apiadara de mí, sin embargo, aunque todo el mundo me había estado viendo desde que Cedric y yo terminamos, nadie pareció muy dispuesto a calmar al niño, hasta que para mi desgracia él se acercó.

-¿Qué hay, Charles?-habló Cedric 

-Ho-hola, Ce-ce-cedric.

Cedric sonrió, apenas pude contener rodar los ojos, por alguna razón, su presencia me comenzaba a irritar.

-¿Tienes algún mensaje para esta bella dama?-le preguntó 

El tal Charles asintió tímido.

-¿Y me lo podrías decir, por favor?-este niño me impacientaba

Discretamente miré a mi alrededor, a pesar de que se hacía tarde para ir a clases, el Gran Comedor estaba lleno de espectadores, eso me irritó aún más. Retuve el impulsó de poner los ojos en blanco y mi cabello rojo para no asustar a Charles.

Charles jaló la manga de la túnica de Cedric y le pidió que acercara como si le quisiera decir un secreto. Después de un momento Cedric se separó del niño y me miró con esa estúpida sonrisa encantadora con la que hizo que me enamorara de él.

"Por Merlín, Lily, ya superalo" pensé

-El profesor Snape quiere verte en su despacho de inmediato-informó una vez que Charles salió corriendo del Gran Comedor provocando que los gemelos soltaran una carcajada a pesar de haber estado algo tensos desde que Cedric llegó.

-Genial, ¿qué le costaba decir eso hace diez minutos?-murmuré molesta levantándome de mi asiento

Fulminé con la mirada a todos los que nos veían haciendo que apartaran la vista.

-Creo que te temen, little mermaid.-se burló George de mí levantándose junto conmigo, si Snape me quería en su despacho de inmediato hace diez minutos, era mejor que corriera

-Pero si soy un amor, querido Georgie.

-Razón número 3,497 por la cual serías una pésima madre: los niños te temen.-añadió Fred mientras comenzábamos a caminar/correr, como pudieron haberse dado cuenta, habíamos decidido ignorar que Cedric  caminaba a un lado de nosotros, inmaduro, lo sé.-Lo más probable es que tus hijos huyan con su padre y que se escondan de ti.

Los mellizos Potter y el Cáliz de Fuego. (Cuarta Temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora