Hace tiempo intenté plantarte una flor en la mano,
Hace tiempo sentí que todo había sido en vano.
Que vagar detrás de ti era sólo hacerme daño,
Que vivir para morir era ir tras de tus brazos.
Hoy en día aquella flor se la regalé a un consuelo,
Que ni pudo consolar la mitad de mis deseos.
Despedazo aquella flor que en mi mente no se ha muerto,
Donde nace mi ilusión que perece de silencio.
Duele tenue el corazón sin poder sentir tu pecho,
Y recuerdo pétalos que marchitan cada verso.
Dueles tanto amada mía,
Dueles tanto que hasta hieres.
Y no dejas de doler,
A dolorido me tienes.
Dueles tanto que los años dudo mucho que te lleven,
Pueda ser que ya no duelas
Antes que la muerte llegue.
Que dolor de flor marchita que no he podido secar.
Ojalá el tiempo permita que se me pueda olvidar.
Si nos vemos algún día,
si queremos celebrar,
Tal vez te daré la vida,
flores no te voy a dar.
