Trillada y rutinariamente te extraño mucho.
No sé por qué razón estamos todos enfermos
ni distanciados.
No sé cómo me llamo, pero sí sé quién soy;
y sé que tú no eres un enfermo desahuciado,
ni una foto en la pared que no habla ni comprende.
Tú no eres como el barro.
Tú eres una flor de pétalos cortos,
un sueño a penas lejano,
eres las apacibles olas de invencible Mar,
eres el tiempo que se me ha estado perdiendo
y que se ha ido acumulando, guardandose
en tus manos.
Por favor guardamelo un tiempo más.
Guárdalo como guardas tu carne
y como guardas la esperanza.
Guárdalo como guardas los secretos
y que no sea secreto que tú me guardas,
que tú me amas, si es que me amas.Y si me amas grítalo al cielo
para que escuche el aire y lo sepa Dios,
porque a pesar de lo que dicen
ese tipo no sabe nada.
Dile que me amas a Dios,
para que deje de castigar gente
y tengo algo bonito en que pensar.
Pregunta: ¿Qué piensas a cerca de Dios?