Quiero dormir y soñar con un mundo diferente.
Un mundo donde no haya tanta gente estúpida, donde haya gente de mente abierta, un mundo donde nos aceptemos los unos a los otros,
un mundo donde se respete el pensamiento y la inclinación sexual de cada persona.
Un mundo en donde no se señale al que viste diferente, al que habla diferente, al que camina diferente.
Porque al final, todos sabemos que somos diferentes,
y no tiene nada de malo serlo.
Ser diferente, ser único, ser original, ser especial.
Es la razón por la que vale la pena vivir.
Vivir para que cada quien disfrute la vida a su manera,
para que cada quien bese a su manera, baile como quiere, cante con su propio estilo,
sin que nadie copie a nadie.
¿Podrá ser que algún día las personas entiendan que criticarnos los unos a los otros sólo nos lleva al desacuerdo, a la contienda, a las discusiones, y al final, a la guerra?
O no se han preguntado ¿Por qué hay tantas guerras y grupos armados en el mundo?
¿Cómo empezó todo? ¿Por qué hay tanto odio, tanto rencor, tanta oposición?
Porque no hemos sabido aceptarnos los unos a los otros.
Que triste ¿No es así?
Que triste que por no respetar el pensamientos de los demás, hallan ejércitos conformados por miles de personas que pelean diariamente, unas contra otras, con armas de fuego y demás instrumentos de guerra.
Una guerra que no cesa, una guerra que han tenido que pagar muchos inocentes con sus casas, con sus pertenencias, e incluso con sus vidas.
Que triste.
Y pensar que todo sería más fácil si sólo pudiéramos abrir los ojos y ver.
Si sólo pudiéramos entender.
Yo seguiré persiguiendo mis gustos y mis inclinaciones, mientras trato de ser una buena persona, y demostrar que la apariencia no define exactamente lo que en realidad somos.
Quiero enseñar a todos a que abran sus mentes, y nos aceptemos los unos a los otros.
