Te pienso.
No dejo de pensarte y no estás aquí.
No dejo de buscarte y no estás en mi.
No estás en mis dedos, ni en mi cuerpo, ni en mi piel.
Definitivamente te perdí pues ya no te encuentro.
No te encuentro y quiero abrazarte,
Ya no te veo y quiero besarte.
Y mi mirada se pierde en la lejanía del cielo como resignándose,
Como enterándose de tu ausencia, como perdiéndose en tu despedida.
Deberías saber que todo en mi es un desastre,
Y que me duele saber que te me esfumaste,
Y que estoy tirado en el piso
Bebiendo de una felicidad desechable que huele a infancia, y sabe a recuerdos.
Deberías saber que hoy he salido a la calle a caminar, a aparentar estar bien, para que nadie sospeche que estoy muerto.
Deberías saber que lo lamento.
