Pobresito, nadie le enseñó a no ser cobarde.
Nadie le enseñó a llorar menos,
o a tener el valor de tragar sangre.
Pobresito, le cortaron el pelo y lo hicieron caldo.
Le cantaron el miedo y lo hicieron rabio.
Le mintieron en coro para "educarlo".
Un corazón hinchado, un niño con alas grandes.
Un intento de ley más quebrado que justo.
El que no sabe manejar, no sabe hacer.
Las voces le dijeron que era "malo" lo bueno.