Muerte

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Hoy salí a caminar
para morirme un poco entre las calles,
para regar mi vida sobre el pavimento,
para pensar un rato y esfumarme.

Expulse mi alma por mi boca,
y mis labios tocaron por última vez mi espíritu.

Sentí que me pesaba la razón,
y no me pertenecía mi cuerpo.

Caminé entre cenizas de vida,
me perdí en los senderos del tiempo,
me abrazó la tristeza que había,
me manché con el duro recuerdo.

Ya no sé si alcanzo a vivir,
ya no sé si existo,
si soy, si estoy.

Hoy me di cuenta de lo poco que tengo,
de la vida que perdí,
de la esclavitud de mi casa
en la que nunca viví.

La misma casa en la que abortaron mi libertad.
La misma casa que me negó la verdad.

Hoy me he dado cuenta de lo poco que soy.

Soy un recuerdo triste,
una canción desesperada,
soy todo siendo nada,
soy alguien que no existe.

Soy un pedazo de cielo,
soy un alma rebelde,
soy medio cigarrillo,
y la mitad que se pierde.

Soy la luna llorando esta noche,
el verso de un alma triste,
soy el grito de un corazón mudo,
soy un cuerpo que no resiste.

Este es el fin de mi vida,
este momento es amargo,
este poema termina,
este silencio es muy largo.

MelancolíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora