- Pobresito, te enamoraste.
- Pobre de mí.
- Pero tiene solución.
- ¿Es muy tarde?
- Claro que no. Sólo es tarde para los que tardan.
¿Alguna vez te has desenamorado?
- ¿Desenamorado?
- Sí. No es tan difícil si lo piensas fácil.
Solo tienes que cerrar los ojos y mirar que la difícil es realidad,
que la razón es muy delgada y que la verdad es la muerte.
- Bueno, lo voy a intentar.
- Adelante.
- Listo, ya lo tengo.
- Perfecto. Ahora que has avanzado es hora de que asimiles.
- ¿Asimilar?
- Sí, es cuando te das cuenta del estado en el que estás.
Te das cuenta de que cambió algo, y sabes responder ante la
situación actual.
- Ok, lo entiendo.
- Hazlo con cuidado.
- Creo que ya. Sí, ya.Esto empieza a sentirse raro.
- Tranquilo es parte del proceso.
- Ok. ¿Y ahora qué?
- Mucha atención. Ahora a escuchar.
Ahora dejas de lado el bullicio de tus pensamientos
y dejas que el silencio suene más que el desorden.
- Wow... Se siente una... Calma.
- Me da gusto. Ahora "el final": cuando ya conozcas el silencio
y lo domines dentro de tu cabeza podrás escuchar una melodía
que podría gustarte, tal vez no la encuentres conocida.
- ¡La escucho! ¡Es hermosa!
¿De quién es?
- Digamos que es tuya.
- ¿Mía?... ¿Cómo?...
- Pon atención. Tú querías desenamorarte, ¿no?
- Sí.
- Bueno, ahora siéntate bien, y abre los ojos.
- Joder.
