La Hidro de los dioses

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Relájate.
Ahora estás bajo los efectos de la Hidro de los dioses.
Todo lo que digas puede ser usado a tu favor.

Cuando te subas al autobús, recuerda:

Ríete con el que se ríe de ti
porque a la final el chiste es de los dos.

Camina sin desvío hacia tu destino.
A menos que te llame la música.
Si te llega a llamar la música no me hagas caso ni a mí.

Habla de lo bueno y lo malo como si fueran la misma cosa
pasando en lugares diferentes, en momentos diferentes,
en diferentes épocas y años.

Que no te sorprenda el grande, que te sorprenda el inteligente.
Que no te amenace nadie que no sea el diablo o la muerte.

Después de salir del infierno, cuando estés en el barrio:

Dale la mano al faltón,
y que nunca te falten las manos.
No quiero que seas empresario, preso de las paredes.
Ellos siempre andan buscando una.

Pelea con el corazón para que saludes con las manos.
No huyas de la decepción porque más te busca.

Cuidado con el loco, y con el solitario.
Cuidado con ellos y cuidado contigo.

No despaches rápido a las tiernas,
ni le fíes tus cuentas a la calculadora.

Cuenta cuántas son, y los días de la semana cuenta.
Sácale cuenta a todo menos al dinero.

Cuando sientas desespero, respira,
cuando sientas angustia, respira,
cuando sientas ahogo, respira.
Y cuando sientas que ya no respiras sal del agua.

Cuando te sientas solo, abrázame.
Y si no estoy, imaginame y abrázame.
Tú siempre has tenido buena imaginación
y sé que este rostro cansado no se te va a olvidar.

Si llegas a hablar con tu mamá dile que me perdone
por haber hecho que te enamoraras de mí en aquellos tiempos.
Han pasado años pero ella aún me odia por eso.

No sé si era cierto lo de tu hermano,
pero hay una luz en el espejo
reflejo del bombillo en el centro del techo,
que brilla con intensidad y empiezo a dudar.

¿Real?

¿Qué será lo Real?

¿Tú mamá llorando en el patio?
¿Tu guitarra que le vendiste a ella?
¿El tatuaje de tu brazo izquierdo
o la fractura de tu mano derecha?

¿Qué será real para mí?

No lo sé. Pero estoy seguro de que no coincido contigo.

Buena suerte hijo...

MelancolíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora