Blake

Capítulo 31.

Llegamos al centro comercial, Kate estaciona el coche y salimos caminamos hasta la entrada con nuestros brazos entrelazados.

–¡Va a ser una mañana inolvidable!– dice contenta y dando palmaditas.

-Seguro si.- Contesto no muy animada.

-¿Qué te pasa? Estás como muy pensativa y apagada.- me pregunta preocupada.

-No, nada, estoy bien- le digo sin importancia -mira vamos allí.- señalo a una tienda donde venden cosas de bebés.

-No me cambies de tema Bonnie.-me agarra del brazo y me gira.-Es por Blake, ¿verdad?

-No Kate, estoy bien, solamente llevo unos días durmiendo mal.

-Ni comiendo bien, estás mas delgada- se cruza de brazos y me mira seria.

-Será el estrés de los exámenes, del trabajo, Kate- me acerco a ella y coloco mis manos en sus hombros. -estoy bien.- No estás bien me dice la voz de mi cabeza.

-Me preocupo por ti  Bonnie.–Asiento y le dedicó una sonrisa tranquilizadora.–Vale, olvidemonos de todo y vamos a pasarlo bien.

Paseamos por todas las tiendas para bebés. A Kate le gustaba todo, se volvió loca comprando. Hace poco le habían dicho que era un niño.

-Ahora tenemos que comprarte ropa a ti.–Me mira traviesa.

-No quiero ropa Kate, con la tengo estoy bien.–intento convencerla.

-Si necesitas.- dice con las manos en sus caderas mirandome seria.-la ropa bonita siempre te pone de mejor ánimo.–Se acerca a mí y posa su mano en la mía y la aprieta.

-Sabes que quiero lo mejor para ti, se que has sufrido mucho por culpa de Blake...yo no voy a pedirte que me lo cuentes cuando te sientas preparada voy a estar para escucharte y apoyarte.–Ella me da una cálida sonrisa.

-Gracias Kate, en serio.- sin duda es una gran persona y una gran amiga.

-Está bien, basta de dramas, vamos a comprar- me agarra del brazo con fuerza y tira de mí hasta las tiendas de ropa.

No me sentía preparada para enfrentarme a nada, no podía, sentía como un gran dolor en mi pecho y me costaba respirar.Pero sabía que pronto tendría que enfrentarme a ello... Blake me contó parte de su vida  y todavía no podía asimilarla.
Tenía la cabeza hecha un lío y lo menos que quería ahora mismo era estar en una tienda de ropa.

-Mira Bo ¿te gusta este vestido? Es muy sexi- me pregunta. Pero estoy tan perdida en mis pensamientos que no me entero de lo que esta diciendo.

-¿Qué?- le digo desconcertada.

-¿Entonces te gusta?- Kate está sujetando un vestido rojo, con un gran escote corazón, ajustado por encima de la rodilla. Es precioso en realidad. Algo que jamás me pondría.

-Es muy provocativo.–la miro con recelo.

-Pruébatelo, seguro que te tiene que quedar increíble.- Me da el vestido y lo agarro.

-Yo...- pero Kate me corta antes de decir alguna cosa más.

-Pruebatelo.–Dice tajante mirandomé sería. Accedo no se podía ganar contra ella.

Cuelgo el vestido en la percha y comienzo a quitarme la ropa. No me quedaba otra que probármelo. Cuando termino de quítarmela, evito mirarme en el espejo. Cojo el vestido y me lo pongo. No podía abrocharme la cremallera de detrás, así que salgo del probador en busca de Kate. No había mucha gente, menos mal, la busco y no la encuentro ¿dónde se habrá metido? Tengo frío, voy descalza, con la espalda descubierta y el vestido es tan ajustado que no puedo respirar. Decido entrar otra vez en el probador y quitármelo. Entro otra vez dentro y alguien tira de mi brazo y me mete en uno. Me acorrala contra la pared.