Capítulo 9.

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Camino hacia Blake. Me sentía muy nerviosa, como cada vez que estoy cerca de él. Tiene su mirada fija en mí. Mis piernas tiemblan a medida que me voy acercando.

–¿Qué haces aquí?

–Vine a verte y a llevarte a un sitio.–Me mira. Tira el cigarrillo al suelo y lo pisa.

–Estoy castigada, tengo que ir a casa.

–No se enterara. ¿A qué hora llega tu madre del trabajo?–Me pregunta cruzado de brazos. Puedo ver sus músculos marcarse.

–Sobre las siete.– Contesto mirando mis manos.

–A las seis te dejaré en tu casa. ¿Está bien?

–Sí.–susurro.

Abre la puerta del copiloto y hace un movimiento con la mano para que suba.

Una vez en el coche, arranca. El camino es silencioso, no decimos nada. Me dedico a mirar por la ventilla.

–¿Sigues enfadada?–Pregunta interrumpiendo el incómodo silencio.

–No.–Le miro–¿Por qué desapareciste estos días?

–Tenía unos asuntos que resolver.–Contesta.–Todavía no me dicho por qué saliste corriendo.

–Ella te beso y...yo...–Las palabras no me salían.–Me dolió verlo.

–Ella no significa nada para mí. Solo es una puta a la que llamaba para desahogarme, pero nada más.– Se encoge de hombros.

–No ayuda mucho esa respuesta.–Digo fríamente.

–En serio, Bo. No significa absolutamente nada.–Pone su mano en mi muslo.

–Está bien.– Intento creerle.

No dice nada y sigue conduciendo. Le miro y es que es tan guapo... Me mira y aparto la mirada, siento mis mejillas arder. Me ha pillado. Su mano agarra la mia y entrelaza nuestros dedos. Siento millones de cosquillas en mi estómago.

Seguimos el resto del camino con las manos entrelazadas y estoy confundida. Él me confunde. Sigo sin saber que somos... Me busca, me besa, me agarra de la mano, pero algo dentro de mí me dice que me aleje de él antes de que sea demasiado tarde.












Blake aparca enfrente de una grande y bonita casa.

–¿Qué hacemos aquí?–Le pregunto mirándole extrañada.

–Quiero que conozcas a alguien.– Dice alegremente.

Que raro verle así.

–¿A quién?–Pregunto interesada.

–Ahora lo veras.– Sale del coche y me abre la puerta.–Impaciente.

Estamos enfrente de la puerta. Llama y abre una niña pequeña.

–¡Blake!–Grita la niña entusiasmada.

Se tira a los brazos y él que la coge mientras le da muchos besos. Me parece súper dulce esta escena.

–¿Cómo esta mi princesa?– Le pregunta y la niña rie.

–Bien.–Dice escondiendo su cara en su cuello.

–¿Dónde están Elisa y Jason?–Le pregunta.

–Están en la cocina.

–Abigail quiero presentarte a Bo.– La niña baja de sus brazos. Me mira y me abraza las piernas. Río es demasiado dulce.

–¿Eres la novia de mi hermanito?–Pregunta mirándome. Su cara esta llena de emoción.

–Um, no, soy su amiga.

Blake me agarra de la mano y me lleva dentro de la casa. Vamos por el pasillo hasta llegar a la cocina. Se encontraba una mujer morena de espaldas cocinando y también un niño dibujando en la mesa.

–¡Blake!– El niño emocionado, se baja de la silla y corre a los brazos de su hermano.

Lo coge y le da vueltas en el aire.
Me dará diabetes de lo dulce que es con sus hermanitos.

La mujer se da la vuelta y su mirada se posa en él, luego en mí.

–¿Cómo estás campeón?– Llena su cara de besos.

–Bien.–Dice riendo.–Estaba dibujando. ¿Quieres ver mis dibujos?

–Claro enano, pero necesito que vayas con Abigail a jugar un rato al jardín. ¿Vale?

–¡Sí!– Los niños se van corriendo. Jason y Abigail son tan idénticos.

–¡Blake! !Que sorpresa! No avisaste que venias con visita.– La mujer me sonríe.

–Lo siento tía, fue un plan de última hora.– Le besa la mejilla.–Bo te presento a mi tia Lisa.

Voy a darle dos besos. Se me adelanta y me abraza demasiado fuerte.

–Oh dios mio, por fin mi sobrino sienta la cabeza.–Dice estusiasmada.– Eres muy guapa.

–G...gracias, supongo.–Digo nerviosa.

–Tia, Bo no es mi novia solo una amiga.

–Oh.. pensaba que bueno nunca has traído una chica a casa.—Contesta lisa triste.–¿Os quedáis a comer?

–Si ella quiere.– Ellos me miran esperando una respuesta.

–Está bien.–Accedo.

Estoy sentada con Blake en el sofá de la sala mientras su tía termina de hacer la comida. Sus hermanitos siguen jugando en el jardín.

–Gracias por traerme. Tus hermanos y tu tía son muy simpáticos.–Le digo tímidamente mientras miro mis manos.

–No tienes nada que agradecer. Yo quería que los conocieras.–Su mano se posa en mi barbilla y hace que le mire a los ojos.

–¿Por qué querías que los conociera? Tu tía dijo que nunca trajiste a nadie.

–Porque eres especial.– Sonríe y me besa.

Su mano toca mi espalda y la acaricia. Siento escalofríos por todo el cuerpo.

–La comida...oh lo siento no quería interrumpir.– Su tía ríe.

–No pasa nada.– Blake se aparta de mi y la mira avergonzado.–Enseguida vamos.– Lisa desaparece por la puerta y yo debo estar roja como un tomate.

–Que vergüenza.–Digo mientras me escondo en su cuello. Él ríe.

–Vamos.–Me sujeta de la mano y nos levantamos.

BlakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora